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KARATE | ENTREVISTA A LA NÚMERO 1 DEL RANKING MUNDIAL en KATAS

Sandra Sánchez: "En los Juegos, ojalá consiga hacer el kata lo mejor posible y valga una medalla"

23/01/2021 - 

Resulta gratificante conversar con Sandra Sánchez (Talavera de la Reina, 1981) por la proximidad y buena onda que proyecta. La mejor karateka del mundo en la modalidad de katas, con un palmarés trufado de grandes éxitos y un sinfín de medallas, que tiene muchísimas opciones de que su presencia en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio se materialice además en un nueva presea de oro, es al tiempo persona cercana, con los pies en la tierra, enérgica y que transmite constantemente positivismo. Despidió 2020 con su inclusión en la historia del Libro Guinness de los Récords como la karateka con más medallas del circuito mundial en su deporte.

La deportista talavera, de 39 años, domina implacable e indiscutiblemente en el kárate mundial en la categoría de kata. Lidera el ránking desde el último lustro. Y traslada ya sus experiencias a las generaciones que vienen, a las que prepara, entrena y ayuda a formar como personas. En el momento de desarrollarse esta entrevista, con la resaca del temporal 'Filomena' en Madrid, Sandra Sánchez cogía la pala para abrir camino hacia la zona de entrenamiento en las instalaciones del Consejo Superior de Deportes. En todo caso, siempre con una sonrisa, hilvanando cada frase con un tono amable, cercano, vivo.

-¿Cómo fue lo de ponerse a entrenar abriéndose camino entre la nieve?

-La verdad es que está la parte bonita de ver las instalaciones tan blanquitas. Cuando estamos entrenando parece que estamos en Sierra Nevada. Y, por otro lado, la dificultad de todo el mundo de poder desplazarse, de que algunos compañeros no han podido venir algunos días porque desde sus casas no podían desplazarse. Bonito pero que se derrita la nieve ya.

-¿Cómo recibió la noticia de entrar en el Libro Guinness de los Récords?

-Me hizo un montón de ilusión, porque era algo que no sabía, que no esperaba, que no había buscado. No es como cuando llegas a un campeonato y sabes que estás luchando por conseguir una medalla. Esto es que ni se me pasaba por la cabeza; cuando recibí la noticia no me lo podía creer. Todos hemos visto el Libro Guinness de los Récords en algún momento de nuestra vida y yo pensaba: 'tengo un récord y voy a estar en el libro'. Y me hizo mucha ilusión. Creo que cuando te llega un premio que no sabías que te podía llegar y te pilla de sorpresa la ilusión se multiplica.

-¿En este caso era por las 35 medallas consecutivas en el Circuito Mundial de Premier League en los últimos cinco años?

-Sí, el numero de medallas en el Circuito Mundial. La verdad es que después de un año como el 2020 que habíamos tenido que parar de esa manera y no habíamos podido competir tanto, faltan esos campeonatos, esa emoción. Fue una manera de cerrar el 2020 de una manera positiva y con la motivación de decir voy a ver si aumento este récord este año 2021.

-En todo caso, su palmarés se va a muchísimas más medallas: unas 78 entre oros, platas y bronces en todo lo que ha hecho en mundiales, europeos, en Premier, en campeonatos nacionales...

-Te confieso que no las he contado nunca. De hecho, cuando el Récord Guinness una de las cosas que me pasó fue: ¿y ahora dónde están todas esas medallas? Me dijeron de hacer una foto con todas las medallas, pero no sabía dónde las tenía y tendré que buscarlas todas. Sí que me gusta el hecho de competir, el saber que he ido construyendo todo eso, pero luego soy un poco despistada guardando las medallas y contando los campeonatos.

-No solo se queda usted las medallas, también las reparte a su familia, por ejemplo.

-Valoro ese momento que he competido y que consigo hacerlo bien y consigo ganar esa medalla. Pero luego, esa medalla es que no es mía. Es de toda la gente que me empuja, que me apoya. La de viajes que se han dado mis padres, que me han seguido por toda España. Veían que ese momento no llegaba y son los que están cuando vuelves a casa y las cosas no salen bien. Entonces, cuando es el momento de disfrutar y las cosas son más positivas, estoy encantada de que las medallas estén en casa de mis padres. El otro día, mi sobrino me decía: 'Tita, ¿nos regalas una copa que tienes muchas?' Y yo, si veo que a ellos les hace ilusión tener una copa de la tita, pues en qué mejor sitio va a estar que en la habitación de mis sobrinos. No tengo ningún problema en darle esas medallas y esas copas a la gente que quiero y que está y me apoya. De hecho, me hace el doble de ilusión.

-Lo importante es el camino y las experiencias hacia los éxitos más que el momento en sí.

Sí, al final es todo el trabajo. La medalla es como algo material que te han dado en un momento por conseguir plasmar todo el trabajo que hay detrás. Por conseguir que ese día, en ese campeonato, salgan todos esos entrenamientos, todos esos días que te duele todo pero tiras una vez más al 100%, que te cuesta levantarte pero lo das todo en el entrenamiento. Cada día, cada entrenamiento, al final parece que se materializa en forma de medalla. Pero la recompensa son un montón de sentimientos y de saber que esa recompensa también es de toda esa gente y de todo lo que hay detrás.


Foto: EFE / José María Rodríguez Martín / Federación de karate

-Una carrera también tiene sus momentos malos.

-Es verdad que, al final, lo que más se visibiliza es ese momento: es la medalla, la felicidad, la sonrisa. Pero, llegar ahí supone, yo nunca digo sacrificio porque elijo hacer lo que hago y en cierto modo lo disfruto, saber que hay días muy duros. Hay momentos muy duros, no siempre sale todo bien, aunque lo hayas hecho todo al 100%. Mucha gente merece esa recompensa, entrena tanto y se esfuerza tanto y no siempre llega y eso no significa que no haya todo ese trabajo detrás. Hay que valorar más todo ese trabajo y no solo el momento de la medalla. Hay muchos momentos en los que estás solo o tienes que gestionar muchos sentimientos y se compite un día, pero se entrenan 365 días al año y eso significa muchas horas y muchos momentos y muchos sentimientos. Hay que gestionar muchas cosas que uno siente, la presión, el te sale o no te sale, el siguiente campeonato, la siguiente repetición, el no poder más pero saber que hay que dar más. Todo eso, al final, es la vida y nos hace ver también cómo somos y nos hace también mejorar un poco más, no solo como deportistas sino también como personas.

-¿Cómo vivió 2020 con el coronavirus, aunque sabemos que todavía lo tenemos ahí y aún nos queda para quitárnoslo?

-Hubo un momento cuando empezó el confinamiento que mentalmente incluso agradecí ese parón, porque veníamos de competir prácticamente cada quince días en una punta del mundo. Con lo que conlleva esos viajes de 12 o 14 horas, el descansar poco y dormir cada día en un sitio, la presión de la competición y de las finales. Y eso cada quince días sin parar. Vuelve a entrenar porque dentro de quince días tienes que volver a estar bien otra vez y sin parar continuamente. Entonces, de repente, te veías que no había campeonato y que además no te tenías que preocupar porque dentro de dos semanas tampoco lo había y tu mente por un momento podía descansar. Entonces, en cierto modo, lo agradeces, dices: un respiro. Pero claro, luego eso se alargó y se convirtió en lo contrario: ahora quiero que me duela el estómago antes de salir a competir, quiero vivir esa presión y esos nervios, quiero el pack completo. De hecho, todavía internacionalmente todavía no hemos competido. En febrero, tenemos nuestro primer campeonato internacional después de todo lo que ha pasado.

-¿Cómo ha planificado 2021 de cara a la preparación óptima para los Juegos?

-De momento, empezamos con el Circuito Mundial, la Premier League. Tenemos el Europeo, tenemos Juegos y a final de año tenemos Mundial. Tenemos un año que, si sale todo, va a ser un año muy intenso. De momento, arrancamos. Ahora ya nadie puede poner la mano en el fuego de que mañana no vayan a caer meteoritos o vaya a pasar algo. Pero, en principio, también hemos ido aprendiendo y todas las federaciones a nivel mundial han ido aprendido sobre protocolos y cómo llevar a cabo las competiciones con público o sin público, todas las pruebas o los confinamientos que hay que hacer antes de las competiciones para poder sacar adelante y que la rueda siga girando. Ahora le toca a la Federación Mundial de Karate. Vamos a arrancar y espero que esa competición, que va a ser el inicio, dé la salida a que todo lo demás pueda celebrarse.

-¿Qué programación se ha hecho?

-Dentro de las competiciones que hay en el calendario, no las queremos hacer todas. Vamos a elegir también para llegar a agosto. Nosotros la calificación por ranking la tenemos. Entonces, tampoco tenemos necesidad de seguir puntuando, pero sí de coger otra vez las sensaciones en el tatami. Entonces, a este primero que hay en febrero vamos a ir. Después en marzo hay otro. Por lo menos, la idea es ir haciendo uno al mes. Después, el Europeo y tratar de competir en otra Premier antes de los Juegos. Y luego ya preparación a full para los Juegos y a darlo todo porque después hay Mundial.

-¿Cuándo piensa en los Juegos qué le pasa por la cabeza, qué imagina?

-Cada día que entreno y me toca hacer los katas me imagino que estoy allí en los Juegos y cómo voy a ser y cómo me voy a sentir. Aunque estoy segura de que luego los Juegos serán otra cosa, yo no he vivido nunca unos Juegos, entonces no sé qué es lo que voy a sentir. Pero sí trato de imaginármelo un millón de veces porque cuanto más lo trate de sentir, más me voy a acostumbrar y ese día menos margen dejo a los nervios o a la incertidumbre. Intento visualizar ese momento mil veces, esa emoción de estar en unos Juegos Olímpicos. Si es que solo con pensar eso ya se te mete una culebrilla por el cuerpo.

-Por mucho que le hayan podido trasladar o contar otros compañeros de otros deportes, la experiencia es muy personal.

-Al final te quedas con muchas experiencias que te cuentan de la Villa, de que es un campeonato diferente a todos los demás. Pero lo que uno lleva por dentro siempre es único y uno no sabe lo que siente hasta que no lo vive. Pero, sí que es verdad que hay que trabajarlo al máximo posible para dejar el menor margen a los nervios.

-Va a por el oro.

-Se entrena para tratar de hacerlo lo mejor posible. Siempre que veo mis katas pienso en qué es lo mejor que se puede hacer de ese kata y trato de corregir cada uno de los movimientos para que si hay algo que se puede hacer mejor del kata, lo intento hacer. Y lo que quiero es que ese día en los Juegos, Sandra consiga hacer el kata lo mejor posible y que ojalá eso valga una medalla.


Foto: UCAM

Define los katas como arte.

-Siempre digo que son una serie de técnicas. Es arte, hay sentimiento, te tienes que expresar. Cuando alguien hace algo bien se te pone la piel de gallina. Un arte marcial es magia y los katas son arte. A parte de la definición que son una serie de técnicas de defensa y ataque, hay que transmitir y que el árbitro y la gente que te esté viendo se le ponga la carne de gallina. Y esa parte de sentimiento y de conseguir emocionar a la gente y transmitir esa magia es el arte de las artes marciales.

-¿Qué reflexión hace respecto a que el karate no esté en los Juegos de París 2024?

-Te deja una sensación de impotencia y de que no tenemos ninguna explicación sobre por qué estamos fuera. Todo lo que se supone que sí está escrito en la carta olímpica sobre los requisitos que tienen que tener los deportes para estar dentro de los Juegos Olímpicos, sí los cumplimos. Entonces, ¿qué te queda? ¿Qué puedes hacer si no sabemos por qué estás fuera ni qué hacer para estar dentro? Para empezar, si hubiera posibilidad en 2028, porque lo que está escrito sí lo cumple, entonces, ¿qué es lo que sí se supone que hay que hacer? A parte de la injusticia que creo que se ha cometido, porque ni siquiera hemos hecho la puesta en escena en Tokio, la impotencia de decir qué hay que hacer si no hemos hecho nada mal ni nos habéis dicho nada. ¿Qué se supone que hay que hacer ahora para volver a estar dentro?

-Es un arte marcial muy extendido en el mundo.

-Claro, es que todo lo que se practique en edades jóvenes, en todos los lugares del mundo, en número de licencias, todo eso lo tenemos. ¿Quién no conoce el karate? En todos los países del mundo y, ¿quién no ha hecho sus pinitos? En los colegios, institutos, en otros países es parte de asignaturas de la universidad. Creo que todo eso que se habla y que se dice que hay que hacer, lo tenemos y de lo que es un arte marcial y todo lo que transmite a cualquier edad, no solo a la juventud.

-Respecto a trasladar a los más jóvenes, es seleccionadora.

-Disfruto muchísimo del karate, de lo que hago, de viajar, de competir. Entonces, quiero transmitirles todo eso tan bonito que yo vivo a todas las generaciones que vienen detrás. Y no solo desde ese punto competitivo de quiero ganar; evidentemente, como seleccionadora, trataré que saquen los mejores resultados, pero también de hacerlo mejor y que sepan todo lo bonito que se puede sacar de lo que se vive alrededor de los campeonatos y no solo esa parte tan competitiva.

-¿Qué firma o qué huella le gustaría que quede según pase el tiempo de Sandra Sánchez?

-Las medallas al final son muy efímeras. Pero el cómo eres como persona y lo que le transmites a la gente creo que sí deja más huella en las personas. El ser por tanto buena persona.

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