VALÈNCIA. Los octavos de final de la Champions League pasan por Mestalla. El Valencia hizo los deberes y consiguió imponerse al Lille en casa y depender de sí mismo para estar en la siguiente fase de la Champions League. Un objetivo que hace siete temporadas que no se consigue y que todavía no ha experimentado Peter Lim desde que se hiciera con la propiedad del club hace cinco temporadas.
El Valencia debe encomendarse a Mestalla para acceder a la fase de eliminatorias de la máxima competición continental. Si los de Celades derrotan al Chelsea el próximo 27 de noviembre, estará entre los de dieciséis mejores equipos del continente de forma matemática. Los de Celades tendrían ganado el gol average particular con los ingleses y también saldrían victoriosos en un hipotético triple empate, quedando como segundos por detrás del Ajax ya que se contabilizarían los enfrentamientos directos.
Además, esta victoria tiene un valor añadido y es que el Valencia seguirá en competición europea pase lo que pase en las dos últimas jornadas de la fase de grupos. El triunfo ante el Lille garantiza la Europa League para los de Celades, que tienen la ambición de estar en la siguiente fase de la Champions tras la eliminación la pasada temporada en esta fase.
En cuanto al partido, como suele ser habitual desde la llegada de Celades, fue una montaña rusa y casi siempre con la misma tendencia. Inicio irregular y reacción en el tramo final. El Valencia volvió a tener las mismas carencias defensivas que los últimos partidos, el Lille encontraba facilidades para el remate y un fallo de Parejo acabó en el gol de Víctor Osimhen al contragolpe. El Valencia tenía que volver a remar y dar la vuelta al partido.
La solución fue improvisada. Cheryshev se lesionó y entró Ferran Torres, que cambió la cara del Valencia en ataque. El canterano hizo un partido digno de mención, rescatando al equipo cuando estaba bloqueado en fase ofensiva. Desbordó y dio soluciones por el juego exterior. Se ha ganado a pulso una titularidad que no tuvo en la noche ayer. Cuando peor pintaban las cosas, la solución volvió a estar a balón parado. Fonte cometió un penalti y Parejo demostró sus galones. No estaba haciendo un buen partido, pero no le tembló el pulso para hacer el empate ejecutando la pena máxima a lo 'Panenka'.
Con el empate, el partido se rompió. A ninguno le valía el punto y en ese intercambio el Valencia demostró su autoridad. Soumaoro introdujo en su portería un centro de Gayà, desequilibrando el marcador a favor de los valencianistas. Quedaban diez minutos y todo apuntaba a que había que abonarse al sufrimiento. Un escenario que rechazó Kondogbia. El francés se reivindicó con una actuación poderosa y que redondeó con un golazo, haciendo el 3-1 con un 'latigazo' a la escuadra. Ese golpe fue definitivo para el Lille, que recibió el castigo en forma de goleada con el definitivo tanto de Ferran, que recibió el premio a su gran partido.
Con esta victoria, el Valencia sigue muy vivo en la lucha por estar en octavos y un triunfo en Mestalla ante el Chelsea certificaría la ilusión de todo el valencianismo.