VALÈNCIA. El Valencia ‘duerme’ en Champions con un gol de Soler. Los de Celades lograron desatascar un encuentro que se puso muy complicado ante la imagen de un buen Celta que vendió cara su piel. Con esta victoria, el Valencia se eleva hasta la cuarta plaza a falta de lo que hagan sus rivales en lo que queda de jornada.
El Valencia salió con intensidad y pudo adelantarse en la primera jugar del choque. Ferran Torres dribló a Murillo y se la regaló a Wass. El danés definió con potencia y un paradón de Rubén Blanco con el pie evitó el tanto local. No se arrugó el Celta, que buscaba las cosquillas a la zaga de Celades por los costados. Toro Fernández probó fortuna con un cabezazo que se marchó desviado. El Valencia tenía fisuras entre las líneas y dejaba libertades para Aspas y Rafinha. El capital celeste encontró espacio por el centro y su disparo lo atajó Jaume.
Pasado el cuarto de hora, la polémica del VAR volvió a aparecer en Mestalla. Wass fue derribado por Murillo para evitar su remate, pero el videoarbitraje no consideró la acción como pena máxima. Posteriormente, Florenzi dejó su carta de presentación en Mestalla. El italiano se desmarcó y su disparo lo sacó en la escuadra Rubén Blanco. Magistral intervención del guardameta ante un recurso muy técnico del nuevo jugador valencianista.
Las malas noticias para el Valencia llegaron en el final del primer tiempo. La rodilla de Garay dijo basta tras hacer un mal gesto en una disputa aérea. Diakhaby entró en su lugar. Al filo del descanso, el Celta rozó el gol. Una buena combinación visitante acabó con un cabezazo arriba de Beltrán. Con el 0-0, todo quedaba abierto para el segundo acto.
Tras la reanudación, el Celta estuvo cerca de golpear primero. Aspas saboreaba el gol con un libre directo, pero Parejo fue el más listo de la clase y se retrasó para sacar el balón cuando iba a entrar. Acto seguido, Celades movió ficha y dio entrada a Rodrigo Moreno por Florenzi. El encuentro iba adquiriendo un tono peligroso. El Valencia arriesgaba en el juego posicional y generaba el escenario idóneo para que Aspas pudiese liderar los contragolpes.
El Celta iba creciendo en el partido. Los de Óscar estaban precisos en la asociación y hacían sufrir al Valencia. Toro Fernández era un incordio para los centrales y pudo desequilibrar con un remate acrobático. Las sensaciones no eran las mejores para los blanquinegro a falta de 25 minutos. La réplica la tuvo Rodrigo con un disparo que se marchó excesivamente desviado. Ambos equipos arriesgaban y podía pasar cualquier cosa. Y así fue. Toro Fernández y Maxi Gómez probaron la fiabilidad de los porteros, que respondieron con seguridad. Sin embargo, el que no falló fue Carlos Soler. El canterano cazó un balón en el área y fusiló a Rubén Blanco para hacer el 1-0. Finalmente, el Valencia logró mantener su renta y sumar los tres puntos.