VALENCIA. El Valencia CF anunció de manera sorprendentemente rápida a Marcelino García Toral como nuevo entrenador del club para las dos próximas temporadas el pasado jueves, 11 de mayo. Conociendo al club y viendo su manera de trabajar en los dos últimos cursos, esa noticia ha sido recibida por el valencianismo con ilusión y con la esperanza de que algo pueda estar cambiando en la manera de gestionar el club por parte de Peter Lim. Sin embargo, tengamos cautela.
La llegada de Marcelino me parece la mejor noticia desde que Lim empezó a tomar decisiones deportivas. Sé perfectamente como es Marcelino, como trabaja, como piensa y como quiere cambiar el equipo y las piezas que quiere cambiar. De Marcelino me fío pero de Meriton no. Por eso, creo que no debemos lanzar las campanas al vuelo por una decisión a priori obligada como era la de contratar un entrenador a la altura del Valencia CF. Con Prandelli tuvimos un escenario parecido y se fue al traste porque Meriton no le cumplió casi nada de lo que le prometió al itialiano. Marcelino me inspira la confianza de que o le cumplen lo prometido o se irá antes de empezar la Liga.
Las dos últimas campañas del Valencia CF han sido una colección de récords negativos para la entidad. La plantilla necesita una reestructuración profunda durante el próximo verano. Si hay que perder dinero, más vale perder, que más perder ccon otro año sin Champions. Estas últimas pachangas no deben cambiar la valoración de determinados futbolistas que se han reído del escudo y no han sido profesionales. Deben salir entre ocho y diez jugadores este verano. Esas decisiones le corresponden a Marcelino. A él, a Alemany y a Alesanco. En ese orden. No podemos permitirnos otro verano de viajes a París o Barcelona en jet privado para que Lim tire por tierra negociaciones avanzadas porque no conozca a los futbolistas o su amigo Mendes le diga que mejor fichar a otros.
La llegada de Marcelino ha ilusionado al valencianismo y lo entiendo. Pero no olviden dentro del club, que la exigencia de esta entidad que volverá a tener unos 100 millones de FPF para hacer un equipo es la de pelear por la Champions. Nada de rebajar el listón, ni el objetivo, porque a determinados mediocres les guste vivir cómodos y al sol de Valencia. Respeten a este club tan grande y a su afición y no vendan cabras de Europa League, porque el que estudia para el cinco suele quedarse en el cuatro coma cinco.
Además, no olviden dentro de la entidad que hay mucho por construir o dejar de destruir. El club necesita como el comer un patrocinador principal de prestigio. El cuarto equipo por historia, hasta hace poco era el tercero, no puede estar más años sin sponsor. Esos ingresos son básicos en el fútbol de hoy en día y es vergonzante seguir con la camiseta en blanco.
El club debe recuperar el respeto perdido por las instituciones. La foto de Layhoon con Sánchez Arminio debe guardarse en el cajón de los horrores y Voro debe hacer especial hincapié en su nuevo cargo para que el colectivo arbitral vuelva a tenerle el respeto al Valencia CF que le han perdido de manera bochornosa en las últimas campañas. Los 13 penaltis de este curso son una mofa. El Valencia CF debe volver de la mano de Alemany y Voro a ser un club con voz y voto en Liga y Federación.
Ademas, el club debe trabajar especialmente en lo social. Debe trabajar en recuperar a su gente. Porque Marcelino está bien pero el aficionado está aburrido de los disgustos que le da el Valencia CF. Es obligatorio rebajar los precios de los pases para motivar al aficionado a sacarse el abono y volver a estar con el equipo pese a lo vivido estos dos últimos años. Es obligado para el club que los jugadores abandonen esos aires de estrellas que tienen algunos de los actuales que no han empatado con nadie, y los acerque al aficionado. Como hizo el pasado jueves en Requena con Rodrigo y Zaza.
Y por último, que alguien en el club le haga ver a las personas encargadas del asunto que hay que solucionar el problema de la Curva Nord. Hay muchas personas en el club que quieren arreglar el problema pero no tienen poder, ni tampoco quieren meterse en líos. Deberían ser más valientes y dar un paso al frente. Mestalla tenía la mejor grada de animación de la Liga y está a tiempo de recuperarla. Sin cabida para violentos, ni para política. Pero que sea así, que la política la dejen todos de lado porque esto es fútbol y aquí importa que Mestalla tenga el próximo curso el mejor de los aspectos. Ya está bien de que unos pocos puedan privar de algo tan importante al club. Marcelino es un soplo de aire fresco y una jugada maestra de Alemany por lo rápido del movimiento y la celeridad para que al menos aparentar que Lim ha cambiado. Ojalá sea así, y el asiático haya entendido algo de como funciona este negocio. Lo necesita el club para no perder el furgón delantero de los clubes españoles. A finales de septiembre podremos afirmar si de verdad la cosas han cambiado o sólo era un espejismo.
PD: Yo también le he metido algún rajecito a Marcelino, pero pocos. Pocos porque ahora es valencianista y ahora le aplaudiré siempre que pida el riego a tope.