VALÈNCIA. Reacción y a la Champions. El Valencia CF se dejó dos puntos en su encuentro contra el Atlético de Madrid en Mestalla. Los de Celades necesitaban recuperar la intensidad, la competitividad y la actitud. El partido se puso cuesta arriba, pero esta vez no se perdió la cara y se peleó con fe para cambiar la cara al duelo. Y se consiguió. Una actuación que refuerza la moral del equipo de cara al regreso a los octavos de Champions el próximo miércoles en San Siro contra el Atalanta.
El Atlético de Madrid entró mejor a la contienda. Estaba cómodo en defensa y con un ritmo muy alto en la presión. De hecho, su fe en agobiar la salida de balón del Valencia le dio el premio al cuarto de hora. Una pérdida cerca del área la aprovechó el conjunto de Simeone. Marcos Llorente encontró un rechace en el área pequeña y puso el 0-1. Esa fase fue en la que más sufrió el Valencia. Con un Parejo errático, la fluidez era nula y no había opción de superar el entramado defensivo del Atlético.
Sin embargo, el Valencia encontró su refugio en el balón parado. La pizarra de Celades funcionó y el empate llegó cerca del descanso. Parejo puso un córner perfecto al segundo palo. Maxi Gómez controló y puso un centro envenenado. Paulista puso la cabeza y envió el balón a la red. La alegría fue efímera. Thomas hizo un despliegue físico digno de admirar. Robó el balón a Parejo y penetró hasta la frontal para soltar un ‘latigazo’ que sorprendió a Jaume. Jarro de agua fría. Con el 1-2, el choque se iba al descanso.
La segunda parte fue muy distinta. Parejo se entonó y la imagen del Valencia mejoró. Mucha parte de culpa tuvo Kondogbia, que trazó un partido sensacional y pide sitio en San Siro con permiso de un tocado Coquelin. Pese a la fortaleza defensiva del Atlético, Ferran se encargó de destapar las vergüenzas de la zaga rival con acciones excepcionales que levantaron a Mestalla en más de una ocasión. Renovar al de Foios es más que una obligación. El balón parado volvió a aparecer para rescatar al Valencia. Kondogbia obtuvo la recompensa a su gran actuación al hacer el 2-2 en una falta lateral botada por Parejo.
El gol motivó al Valencia, que arrinconó al Atlético. Gameiro, Maxi Gómez y Gayà pudieron desigualar el empate, pero no consiguieron perforar la portería de Oblak. En definitiva, un empate que permite al Valencia seguir en la pelea por la cuarta plaza y sirve de inyección de moral para afrontar con garantías la ida de los octavos de final de la Champions contra el Atalanta.