SAGUNTO (EFE/Paula Lerín). El Fertiberia Puerto Sagunto, que ha terminado el año en la decimoquinta posición con ocho puntos, afronta la segunda vuelta de la Liga ASOBAL con esperanza, ya que, aunque se encuentre en puestos de descenso, tiene todavía dos partidos aplazados de la primera vuelta y ha acabado con una dinámica positiva tras ganar a Villa de Aranda y empatar ante Guadalajara.
El equipo de Vicent Nogués ha sido de los más afectados por la pandemia, estando más de un mes sin competir con hasta seis partidos aplazados y ha acusado el cansancio de un calendario apretado en el que se han condensado la mayoría de los partidos pendientes en un mes, jugando dos veces por semana y con poco tiempo de preparación y recuperación.
Pese a encontrarse en la parte baja de la tabla, al Fertiberia solo le separa un punto de Nava y Guadalajara, que están por arriba del descenso, pero los valencianos tienen todavía dos partidos pendientes frente a Granollers y Cangas, que, de ganarlos, les haría salir de los puestos de peligro.
Los porteños han experimentado mejores sensaciones que resultados, ya que han competido ante rivales de los puestos altos de la tabla, pero solo han ganado tres partidos frente a Cisne, Anaitasuna y Villa de Aranda, empatado con Benidorm y Guadalajara y perdido en diez ocasiones, en las que han dejado escapar en los últimos minutos muchos partidos en los que tenían ventaja.
Además, el equipo valenciano sufrió la lesión de su jugador de referencia en ataque, ‘Dija’, quién tiene marcada la recuperación para febrero, una baja que se ha notado en el juego del equipo.
Tras la pasada temporada en la que los saguntinos quedaron en la undécima posición a tres puntos del descenso al suspenderse la liga, el Fertiberia ha presentado una plantilla renovada con ocho nuevas incorporaciones, de las que se han convertido en piezas importantes Roney Franzini en portería, Gonzalo Carou en defensa y Chen Pomeranz en ataque.
Los saguntinos afrontarán la segunda vuelta con el objetivo de ser más consistentes en ataque, a la par que mantener el buen nivel mostrado en defensa, y que la plantilla termine de conocerse y encajar para evitar la desconexión padecida en los últimos minutos.
En febrero los porteños vuelven a tener un calendario apretado, con siete partidos en cuatro semanas en los que recibirán al Barcelona, Irún y Cisne en el Ovni mientras que jugarán a domicilio ante Valladolid, Benidorm, Granollers y Cangas.