Mejor preocuparse por entrar en Europa

VALÈNCIA. Mejor preocuparse por entrar en Europa... y por todo lo que está sucediendo alrededor del Valencia CF. El club está en una situación muy crítica, con mucha tensión y un escenario que desde luego hace presagiar un desastre cercano. Saltó el Valencia al césped igual que lo despidió: siendo un barco a la deriva. Sin líder. Y lo hizo ante un equipo que llegó al encuentro con muchas dudas por su posición en la tabla como es la SD Eibar. 

El partido de ayer del Valencia en Ipurúa es para hacer saltar todas las alarmas, ponerse el salvavidas y rezar para que no explote todo por los aires. Porque el Valencia es un polvorín y todos los equipos de la Liga ya lo huelen. Celades ha querido poner su sello y ha desmontado la base que había a principio de temporada. El técnico quiere jugar a una cosa sin los mimbres para hacerlo y resultado está siendo el temido: muerte. No se puede justificar la actuación del equipo, que se marchó de Ipurúa sin hacer ni un solo tiro a puerta. Un nivel tan decepcionante no se puede centrar exclusivamente en la figura de un entrenador novel. 

Se planteaba una jornada propicia para aferrarse a la última bala para entrar en Champions. Así lo decían los resultados de todos los equipos, pero el que entró con ganas, intensidad y necesidad de los puntos fue el Eibar. El Valencia estaba perezoso, como si la cosa no fuera con él. Por ello, los locales tardaron 16 minutos en adelantarse en el marcador con un gol de Kondogbia en propia puerta. 

Esa acción tampoco espoleó al Valencia, que optó por seguir viéndolas venir. Celades optó por sacar el balón desde atrás en corto y fue como darse contra un muro. El Eibar se veía cómodo y dejaba patente que solo Cillessen estaba metido en el partido. Si algo se puede destacar de la derrota es que el meta holandés ha llegado en mejor estado de forma que antes del confinamiento. Pero la actuación del holandés no fue suficiente. 

En este sentido, el Valencia sigue esperando la mejor versión de jugadores como Kondogbia, Parejo, Soler, Guedes o Ferran, sin éxito. Tampoco estuvo inspirado Rodrigo. Llamativa fue la entrada de Maxi Gómez en el minuto 83 con 1-0 en el marcado. El uruguayo parece haber pagado un castigo por un enganchón que tuvo con Celades tras el partido ante Osasuna, según desveló Deportes Cope Valencia. 

Tras cuatro partidos, el Valencia ha confirmado que es uno de los equipos que no ha logrado mejorar sus prestaciones tras el parón y que en lugar en ilusionarse con la Champions, lo primero que debe de hacer es centrarse en la lucha por agarrar Europa, que con la imagen de ayer parece que está más lejos.