VALÈNCIA. Tarde de rebeldía en el Ciutat. El Levante se sublevó contra los elementos, contra viento y Alessio, pero volvió a dejar escapar un partido que tenía en la mano y que había podido sentenciar de no ser por una extravagante actuación de Bouldini cuando el encuentro agonizaba. Primero golpeó el Mirandés con un tanto de bella factura obra de Chaira. Después, contrarrestó el Levante con dos lanzamientos de falta, uno de Kocho y otro de Pablo Martínez, que sorprendieron al meta de los jabatos. Con ese 1-2 ya ondenando en el marcador y un futbolista menos sobre el campo por una expulsión fortuita de Burgui, los de Javi Calleja no sostuvieron a su rival y Martón, en el descuento, aprovechó un gran error de entendimiento entre Postigo y Femenías.
El Levante salió tna frío como el ambiente en Orriols. Desangelado. Los de Alessio, mucho más activos desde el inicio, fueron letales a la segunda ocasión que tuvieron en apenas una docena de minutos. Carlos Martín aguantó a Postigo de espaldas y cedió para la fantasía: Álvaro Sanz elevó de cuchara y Chaira fusiló frente a un Femenías que falló en el primer poste. 0-1 tempranero para abrir boca. Fue un chorro de agua fría, aún más gélida, para la grada del Ciutat a pesar de que, acto seguido, los granota trataron de reaccionar. Carlos Álvarez metió un balón rebotadísimo, pero el de Sanlúcar estaba en fuera de juego. El siguiente en la reanimación fue Capa, pero entonces el derechazo escorado en el aire del portugalujo se topó con una gran mano de Ramón Juan. El equipo de Calleja demostraba, al menos, que estaba vivo por más que hubiera necesitado un primer sopapo.
Así que, para confirmarlo, Kocho lanzó una falta directa casi perfecta. El georgiano pidió a Pablo la responsabilidad de ejecutar un libre directo en el vértice del área e imprimió la rosca necesaria para sorprender, esta vez sí, al meta de los burgaleses. Ramón Juan pudo estar mejor, pero quiso atrapar el buen disparo del '6' y acabó despejando prácticamente dentro del arco. El Levante había conseguido empatar y relajar los ánimos. Ya sin prisas, y con el yugo del luminoso no tan en el cogote, el Mirandés siguió haciendo pupa. Chaira y Gabri lograron desarbolar a Álex Muñoz y Capa en los costados y, aunque sin ocasiones fehacientes, sí metieron miedo.
El intermedio obligó a Calleja a hacer cambios. Ni Capa ni Álex Muñoz estaban bien, así que el técnico cambió de una los dos laterales. Nuevos inquilinos en los costados y nuevas ocasiones. Bouldini apareció por primera vez camino de la hora de juego, cuando remató un balón bomeado desde la diestra que acabó estrellado con suspense en el larguero. Sin embargo, las malas noticias estaban por llegar en forma de expulsión. Brugui pisó un tendón de Aquiles y, como dice la norma aunque no fue una agresión, se fue a la calle tras revisión de González Francés en pantalla. Y el Ciutat, de repente, se descongeló. Porque iba a estallar tres minutos después.
Como si fuera un dejà vu. Falta idéntica a aquella que en la primera parte había anotado Kocho y se la pide Pablo Martínez. Lanzamiento certero, paradón de Ramón Juan, rechace al larguero de Romero y segundo rebote de Vezo afuera. Pero la jugada tenía truco: el meta rojillo había vuelto a sacar ligeramente de dentro el disparo colocado de Pablo. Orriols y el banquillo granota explotaron en una mezcla de rabia y alivio cuando el colegiado canario dio validez al tanto tras comprobación del VAR, a sabiendas de la media hora que restaba por padecer con un hombre menos sobre la hierba. Y el Mirandés no se hizo esperar: a la jugada siguiente, Barcia entró absolutamente solo, como un avión, a un centro desde la esquina. Encontró, entonces sí, el buen hacer de Femenías.
Iba a ser esa la tónica del final de la tarde. La resistencia. Porque la puesta en escena del Mirandés de Alessio fue atrevida, como es habitual. Los burgaleses dejaron espacios atrás y Bouldini estuvo a punto de hacer 'chas' y aparecer... pero se lió. Dos veces: la primera porque empezó a trastabillarse sin remedio; la segunda, porque rehusó entregar a Clemente un tercer gol cantado para matar definitivamente el encuentro a las puertas del descuento. Imperdonable, porque los siete minutos de añadido se le iban a hacer eternos al cuadro blaugrana. Tanto que Martón acabaría vacunando y haciendo evidente el grosero error del africano. Un centro desde la izquierda hizo dudar a Femenías y Postigo, y el despeje del central fue a parar a las botas del '18' del Mirandés. A placer, para dentro. Y ya corría el minuto95.
A todo esto, la esquizofrenia general había llegado a tal punto que González Francés había expulsado también a Sergio Lozano, en el banquillo, por lanzar el esférico al campo con el tiempo parado para tratar de arañar segundos al crono. Cuando el Levante ganaba, claro. No hubo tiempo para más. A pesar de que los granota reclamaron un último saque de esquina, se habían acabado ahogando. Muertos en la orilla tras rebelarse contra los elementos y sextos en la tabla tras la victoria del Valladolid ante el Tenerife. Lo peor, la sensación de que ya no los puntos, sino los partidos, se le acaban escapando al Levante cuando parece que los controla.
Ficha técnica:
Levante UD: Femenías, Capa (Dela, m. 46), Postigo, Vezo, Álex Muñoz (Marcos Navarro, m. 46), Kocho, Pablo Martínez (Blesa, m. 80), Carlos Álvarez (Rober Ibáñez, m. 56), Brugui, Iván Romero (Clemente, m. 72), Bouldini
CD Mirandés: Ramón Juan, Rubén, Barcia, Pablo Ramón (Godoy, m. 89), Jonathan Gómez, Álvaro Sanz, Tomeo (Martón, m. 67), Reina, Chaira (Durdov, m. 73), Gabri, Carlos Martín
Goles: Chaira (0-1, m. 12), Kocho (1-1, m. 25), Pablo Martínez (1-2, m. 63), Martón (2-2, 90+5)
Tarjetas: Capa (m. 28), Brugui (roja, m. 55), Dela (m. 56), Bouldini (m. 74), Vezo (m. 90+5) por el Levante; Tomeo (m. 61), Jonathan Gómez (m. 78), Godoy (m. 90+1) por el Mirandés