VALÈNCIA. Tras un mes y medio confinados en casa, parece que cada vez estamos más cerca de volver a la “nueva normalidad”. Durante este periodo creo que hemos tenido mucho tiempo para reflexionar y darnos cuenta de lo importante que son esas pequeñas cosas que dábamos por sentado que nunca nos faltarían: salir a la calle, nadar, tomar algo con los amigos, dar un abrazo a nuestros familiares...
Una de las cosas que más deseo, imagino que como la mayoría, es poder ver a mi familia. En especial darle un buen achuchón a mi abuela, que tiene 98 años. Cuánto tenemos que aprender de su generación, que de verdad han pasado muchas penurias peores que estar confinados en casa, y siempre han logrado superarlo todo, con una sonrisa en la boca. Quizás esta sea la mayor prueba que se nos ha planteado y también la superaremos unidos.
Dentro de que esta situación, obviamente, nos ha afectado de forma importante a todos, me considero afortunado, ya que en mi casa y nuestra gente más cercana tenemos salud y hemos conservado los trabajos. Lamentablemente, la situación en muchas casas es mucho peor y es inevitable sentir empatía y ponerse en la piel de toda esa gente que realmente lo ha pasado o lo está pasando muy mal, perdiendo a algún ser querido sin poder despedirse de él y otros muchos sin saber si tendrán para comer la semana que viene.
Los primeros días del confinamiento fueron complicados. Además de la preocupación por la crisis sanitaria se sumaba una gran incertidumbre sobre qué sucedería con los juegos de Tokio. Si se mantenían, estaríamos en clara desventaja en cuanto a la preparación, en comparación con otros países. Por otro lado, se estaban suspendiendo todos los campeonatos donde teníamos la posibilidad de clasificarnos… La verdad es que una vez se conoció el aplazamiento fue un alivio para todos, ya que nos permitió afrontar con mucha más tranquilidad el futuro.
Agradezco de forma especial al proyecto Fer su gran apoyo. Además de garantizar que seguirá apoyando el deporte valenciano hasta París 2024, nos han comunicado la gran noticia de que se refuerzan aún más los presupuestos destinados a la preparación de los deportistas para que logremos clasificarnos y llegar en las mejores condiciones posibles a Tokio 2021.
Nuestro grupo de entrenamiento seguimos realizando el mismo número de entrenamientos semanales (10) que previo al confinamiento. Algunos días realizamos doble sesión (mañana y tarde). Otros días realizamos una sesión dirigida por nuestro entrenador, conectados a través de internet y aprovechamos para charlar un rato y ponernos al día. Por suerte he podido equiparme bien de material deportivo, tengo bici con rodillo, un remo que me cedieron a través del comité paralímpico, trx, pesas… Al final mi salón ha acabado pareciendo un pequeño gimnasio.
El objetivo principal de nuestros entrenamientos es el de mantener la forma física, combinamos trabajos de fuerza con otros más orientados a la resistencia cardiovascular. Obviamente a los nadadores nos afecta de forma muy importante no poder pisar las piscinas ya que nuestros gestos técnicos del deporte son muy difíciles de reproducir si no estamos en un medio acuático… Pero ya va quedando menos para poder volver al agua.
Además de los entrenamientos, con tantas horas libres en casa aprovecho para ir sacándome mi segunda carrera (psicología online), también he hecho mis pinitos como cocinero (paellitas, fideuas…). Escucho música y busco alguna distracción con mi mujer como jugar a las cartas.
Ya va quedando menos para salir del túnel. Mucho ánimo a todos en esta lucha contra el enemigo invisible del Covid 19. Algunos aportando su granito de arena quedándose en casa, otros luchando en el frente de batalla en los hospitales, otros desarrollando sus tareas esenciales…
Muchas gracias a todos por vuestro esfuerzo. Lo lograremos. #TodoPasará #Resistiremos #EstoNoTieneQueParar