El equipo de Jaume Ponsarnau quiere alargar las buenas sensaciones del partido de Eurocup para conseguir su primera victoria en ACB en un duelo de máxima dificultad ante un Real Madrid que lo ha conquistado todo en los últimos meses: Liga, Euroliga y Supercopa
VALÈNCIA. El Real Madrid llega a la Fonteta en la segunda jornada de Liga Endesa. Tal vez demasiado pronto teniendo en cuenta cómo ha empezado la temporada el Valencia Basket, pero hoy tendrá la oportunidad de demostrar que lo que ocurrió en los partidos contra el Joventut (de presentación) y en el arranque liguero contra Unicaja han sido solo un espejismo. La segunda parte de la victoria por 22 puntos contra el ASVEL Villeurbanne es el camino a seguir. Y el duelo de esta noche contra los de Pablo Laso puede ser una buena ocasión para mantener esas sensaciones dando un golpe encima de la mesa contra el gigante blanco.
A estas alturas de la vida ya es difícil calificar el problema de lesiones que tiene el Valencia Basket. Hoy se podría decir que es exasperante. Estaban las bajas conocidas para este fin de semana de Mike Tobey (esguince de la articulación con sub-luxación posterior de hombro derecho) y Antoine Diot (rotura fibrilar de grado 1 en los isquiotibiales de la pierna izquierda) ambos de baja para tres semanas, además de Rafa Martínez, que sigue con su proceso de rehabilitación tras haber sido intervenido de la rodilla. Existía la esperanza de que el problema de rodilla izquierda de Fernando San Emeterio hubiese remitido pero la realidad es que está siendo preocupante. El cántabro lleva lesionado desde el 30 de agosto y todavía no se ha encontrado una solución. Ponsarnau reconocía ayer en sala de prensa que están llevándose a cabo "tratamientos diferentes" por lo que hay que tener paciencia de momento. Aunque nadie dice qué es exactamente lo que tiene.
Por fortuna para este partido, Pablo Laso no podrá hacer gala de su extensa rotación y es que también cuenta con cuatro ausencias. Aunque el hecho de tener una plantilla de 16 jugadores le permite que las bajas apenas le afecten. Ayer mismo comunicó que Trey Thompkins y Santi Yusta (quien todavía no ha jugado) están tocados, que Jeffery Taylor continúa lesionado y que Gustavo Ayón no viajará por un problema personal. Y aún así el técnico del Real Madrid tendrá a 12 jugadores disponibles y no deberá hacer ningún descarte.
El Valencia Basket contará en este partido con 11 jugadores. 10 disponibles más el jugador del equipo EBA Ion Galarza. Se podría decir que las fuerzas están igualadas pero lo cierto es que el conjunto blanco está en un momento pletórico. Lo ganan todo. La pasada temporada fueron Subcampeones de la Copa del Rey, Campeones de la Liga Endesa, Campeones de la Euroliga y recientemente se han proclamado Supercampeones de España.
Pese a que el Real Madrid ha perdido a toda una estrella como es Luka Doncic, para fichar por los Dallas Mavericks de la NBA, Sergio Llull le ha cogido el relevo empezando fuerte la temporada y coronándose como MVP de la Supercopa. El astro menorquín no juega en la Fonteta desde que el Valencia Basket se proclamara Campeón de Liga el 16 de junio de 2017 por una lesión en la rodilla que ahora mismo ha quedado en el pasado. Además, el conjunto de Pablo Laso se han reforzado bien con el escolta esloveno Klemen Prepelic, el alero argentino Gabriel Deck y subiendo al primer equipo desde el filial al base sueco Melwin Pantzar.
Mañana será el duelo número 75 en competición doméstica frente al Real Madrid, que se convertirá en el clásico del Valencia Basket, un partido por detrás de Unicaja. El balance en este tiempo es favorable a los de la capital con 25 triunfos taronja y 49 victorias blancas y la realidad es que en los últimos años, la Fonteta es una pista que se les ha dado especialmente bien a los visitantes. En Liga Regular, el Real Madrid ha ganado en sus últimos cinco viajes a la Ciudad del Turia. Desde la temporada 2012-13 que Valencia Basket batió en Liga Regular al Real Madrid, el balance ha sido de 3 victorias locales y 8 visitantes. Las tres en playoff. Una en las semifinales de la temporada 2015-16 y dos en las finales de la 16-17 cuando el equipo taronja se llevaría su primer y único título de Liga Endesa.