La deportista del Proyecto FER afronta en los próximos meses el campeonato de España en Guadalajara, los Juegos Mediterráneos y el Mundial que se celebra en Sofía pero ya tiene la mirada puesta en poder estar en la cita de Tokio de 2021
VALÈNCIA. Polina Berezina (05/12/1997, Moscú pero vive en Guardamar del Segura desde el año 2001) es la vigente campeona de España de gimnasia rítmica. Con 20 años, más que una promesa es toda una realidad. Tanto es así que a principios de mes fue elegida para representar a España en el Campeonato de Europa absoluto, el primero de su carrera. Su inconmensurable proyección de mejora le permite estar ya pensando en la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, aunque antes le esperan numerosos retos que le permitan seguir brillando.
Aunque Polina ya es una española más, la sangre que corre por sus venas es rusa. La sangre de una gimnasta. “Empecé con 7 años, mi madre me apuntó a una escuelita de gimnasia rítmica al lado de nuestra casa. Tras pasar un año las entrenadoras me ofrecieron seguir adelante con este deporte y me aconsejaron el Club Torrevieja, donde estuve entrenando hasta mis 18 años”, cuenta la deportista del Proyecto FER a Plazadeportiva.com.
Ahora es ya toda una profesional y sus logros hablan por sí solos. La gimnasta asegura que “el año pasado quedé campeona absoluta de España y competí en el campeonato del Mundo en Pesaro, el primero al que fui con todos mis ejercicios, y además varias copas del mundo. Este año ganamos el oro en la Copa de la Reina junto con mi equipo de la Comunidad Valenciana. Fui a varias copas del Mundo consiguiendo mejores resultados que el año pasado y a mi primer Europeo absoluto”.
En ese Europeo absoluto en el que Polina fue debutante era, además, la única representante de España. Pese a que acabó en la vigésima posición fue un momento muy especial para ella. “Solo había una plaza para España para este Europeo que, además, se celebraba en casa. Me dieron a mí la oportunidad de representar España en esta competición. Fue como una recompensa por todo el trabajo que estoy haciendo día a día. Mucha presión, mucha responsabilidad al competir en tu casa, pero las emociones vividas han sido únicas e inolvidables”.
La deportista del Proyecto FER confiesa que este ha sido uno de los mejores momentos de su carrera “y las dos veces que fui al mundial”. “Además, siempre recordaré mi primera competición internacional la Gimnasiada a donde fui en el año 2013 y donde gané una medalla de bronce en las finales con el ejercicio de aro. Un momento muy especial para mí”, reconoce Polina.
Ahora, tiene varios objetivos en mente. Los más inmediatos son “el campeonato de España en Guadalajara, los Juegos Mediterráneos y el Mundial que se celebra en Sofía a mediados de septiembre” aunque también tiene la mirada puesta en la cita olímpica de Tokio 2021. “El año que viene ya es el clasificatorio para los JJOO, espero trabajar y mejorar muchísimo para conseguir una plaza”, asegura Polina. Precisamente, la máxima aspiración de la gimnasta “a nivel deportivo llegar a los JJOO en Tokio y a nivel profesional me encantaría ser directora de cine”.
Y es que la deportista está en estos momentos cursando la carrera de Comunicación Audiovisual. “Es bastante difícil compaginar el deporte con los estudios, por eso tenemos la posibilidad desde el primer curso en la Universidad coger menos asignaturas e ir estudiando a nuestro ritmo. Lo más complicado es estudiar cuando empieza la temporada de competiciones, porque viajamos mucho y es imposible asistir a las clases”, cuenta Polina. Esta es una de las partes más difíciles del deporte, pero no la única: “Lo más duro es la falta de tiempo: para los estudios, para pasar el rato con tus amigos y etc. Además de la separación de tu familia. Pero cuando tienes un objetivo solo piensas en que todo el sacrificio tiene su recompensa”.
Uno de los objetivos de Polina es llegar a lo más alto de su deporte y, como sus raíces, sus referentes en la gimnasia rítmica son rusas. “Como gimnasta me ha encantado siempre la rusa Eugenia Kanaeva. Una gimnasta que gracias a su trabajo, su dedicación a este deporte y mucho sacrificio consiguió merecidamente el oro en los JJOO. Al igual que otra gimnasta rusa Margarita Mamun”, admite la ‘alicantina’.
Polina seguirá soñando y mejorando gracias al Proyecto FER: "Para mí es muy importante pertenecer a la gran familia FER, porque es algo muy reconocido. Es un apoyo tanto en redes sociales, como a nivel económico y me demuestran que hay gente que cree en mi y mi trabajo”, concluye la gimnasta.