VALÈNCIA. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha anunciado que el breakdance formará parte del programa olímpico y tendrá su debut estelar en los Juegos que se celebrarán en el verano de 2024 en París. Tal y como informó la organización francesa, esta disciplina se disputará en el futuro parque urbano que se creará en la Plaza de la Concorde de la capital gala.
También otros deportes como el surf, la escalada deportiva y el skateboarding serán olímpicos en 2024. Sin embargo, la prueba atlética de 50 kilómetros marcha será suprimida y el béisbol y el kárate tendrán su última aparición en Tokio 2020, aplazado a 2021 por la crisis sanitaria de la Covid-19. Así lo afirmó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien subrayó que la idea del Comité es modernizar este evento y captar el interés de los jóvenes.
En nuestro país, hay 500 licencias de breaking registradas en la Federación Española de Baile Deportivo (FEBD), aunque son muchos más quienes lo practican porque se trata de una actividad con una corta trayectoria federativa. También existen B-boys o B-girls (término con el que se conoce a un hombre o mujer, respectivamente, que baila breaking), que no lo entienden como un deporte, sino como un estilo de vida, por lo que deciden no federarse, como es el caso de José Ramón García (José’Ra), uno de los B-boy más representativos de la escena del breaking en Valencia.
Se trata de una de las quince especialidades que están incluidas en el catálogo de la Federación Española de Baile Deportivo y su presidente, Luis Vañó, asegura que como federación valoran muy positivamente la consideración de esta práctica como olímpica, ya que "lo máximo a lo que puede aspirar un deportista es a participar en unos Juegos Olímpicos".
Sin embargo, José’Ra, con veinte años de experiencia a sus espaldas, asegura que, aunque no le parece "una mala noticia", ya que los Juegos pueden ser "un buen escaparate que aumente la visibilidad y atraiga gente nueva", prefiere tratar esta incorporación con cautela. Asegura que esto traerá "cosas positivas, pero también negativas y habrá que ver cuándo suceda qué parte de la balanza pesa más".
Que el breaking tenga un carácter olímpico implica que la Federación Española de Baile Deportivo va a establecer unas normas, que "ahora mismo no existen", y que será esta institución quien "tenga el control en nuestro país", asegura el B-boy. Además, asevera que este proceso de regulación no está siendo "plural", porque no se está teniendo en consideración la opinión de la escena a nivel nacional y "apenas se proporciona información" desde la FEBD.
Por ello, reivindica la idoneidad de este momento para crear una federación únicamente de breaking. Su principal aspiración es que "sea la propia escena quien cuide lo que se va a instaurar" y le sorprende que algunos bailarines, se hayan "lanzado de cabeza" mostrándose favorables a la decisión del COI sin haberse cuestionado siquiera "cómo se están haciendo las cosas".
José’Ra, miembro del crew Special K, teme que el aterrizaje del breaking en el terreno olímpico y la intervención de la federación provoque la pérdida de su folclore o cultura. Es por eso que lamenta que a nivel federativo se separen a los bailarines en diferentes categorías atendiendo al sexo y la edad o que el paso a la organización de los participantes mediante clubes fuerce la desaparición de los crews –así se denominan los grupos de bailarines en el breaking–.
"El breakdance es una forma de vida, no solo es bailar, sino que tiene una tradición, una historia y una estética que vienen del movimiento cultural del hip hop", reflexiona el B-boy. Esto es lo que le motiva a defender que si esta práctica ha llamado la atención y se quiere trasladar al mundo olímpico "se debe mantener tal y cómo es", respetando y perpetuando su identidad.
La novedad de considerar el breaking como deporte olímpico no ha sido recibida con los brazos abiertos por todo el mundo dentro y fuera del ámbito deportivo. Una polémica que puede haber sido causada por la introducción de esta práctica al mismo tiempo que han sido eliminados otros deportes como el kárate o el béisbol. El debate también ha llegado a la calle donde muchos se preguntan si esta disciplina es realmente un deporte y que de ser así otros bailes como el flamenco o la sardana también podrían tener un hueco en unos Juegos.
El valenciano José’Ra afirma que esta controversia surge por la "ignorancia y el desconocimiento" de lo que realmente es el mundo del break, ya que en muchas ocasiones se tiene "una imagen errónea de quienes lo practican". Así, reivindica que es una práctica deportiva en la que se han de invertir "muchas horas de entreno" para conseguir realizar los movimientos.
Desde la federación, Luis Vañó alaba la evolución y el distanciamiento del COI de posturas tradicionalistas e indica que las críticas pueden deberse a que estamos ante un deporte artístico "donde el sistema de juicio no se mide con un cronómetro ni una línea que determina quién es el primero".
A pesar de todo, el breaking ya ha iniciado su andadura olímpica y para asegurar la presencia española en su debut en 2024, la FEBD se propone trabajar estos próximos tres años para "generar un circuito de competiciones y un Campeonato de España" –este último con fecha a principios de enero–, que determine quién nos representará en la cita olímpica. Aunque, por otro lado, José’Ra prefiere observar los pasos de la federación desde la distancia y con una mirada precavida. De momento, confirma que no se plantea federarse ni asistir a los eventos que organice la FEBD, pero se mantiene a la espera de contemplar un cambio de rumbo en la acción de esta institución que se alineé con sus ideales de preservar los valores y la cultura de este modo de vivir.