VALÈNCIA. El presidente del Valencia CF, Anil Murthy, ha continuado hablando de la actualidad del Valencia CF en unos audios sacados por el diario Superdeporte, en los que habla sobre la figura de Marcelino y Mateu Alemany a los que culpa de la marcha de Ferran Torres. También habla de las comisiones y precio de un posible traspaso de Rodrigo Moreno al FC Barcelona por 63 millones.
"¿Pero quién habla de Jorge Sáenz? ¿Sabes quién es? Compramos 50 por ciento, dos millones. Manu Vallejo, Sobrino, cómo se llama este... Jason. Pero esto no sale en la prensa porque él sabe cómo manejar. Al final yo tengo que pagar los salarios. Yo estoy aquí, no me muevo. Yo estoy en Mestalla cuando la gente chilla. Es fácil gastar dinero de los otros y el olvidar el dinero perdido. Ferran Torres... ¿por qué se fue? Por Marcelino y Mateo". "Mateo Alemany, quiero ser su amigo porque tengo que hacer negocios con él. Él sabe como manejar la prensa".
"El error de Mateu fue ir con Marcelino y no con el club. Con la salida de Marcelino no podía seguir porque su proyecto era Marcelino, pero su proyecto costaba 200 millones y nosotros (se ríe). Al final tú puedes ir dos veces a la Champions y si las cosas salen mal... ¿me voy? Hay otro club que va a ficharme. Me encantan los managers que siempre quieren dinero. Es un muy buen manager, conoce el fútbol muy bien y yo tenía una vida mejor", dijo.
"El padre de Rodrigo quería cobrar dos millones de euros en comisiones. Voy con Ramón Planes, Óscar Grau, Abidal, exdirector general, y me dicen: 'bueno, podemos comprar por 63 sin problema, vamos a pagar los 2 al padre de Rodrigo este año y 63 para nosotros. Este año solo 30 millones por el Fair Play y sacamos el año siguiente y ya está. Sí, ¿pero vais a estar el año siguiente? Porque si no están, mi nombre está ahí con Bartomeu, expresidente, y voy a Picassent", dijo.
"Manolo Llorente es listo. Pagaba comisiones con acciones, hay muchos agentes que tienen", afirma.
"Viene Javi Gracia que dice... que le falta un centrocampista... y tiene un buen equipo. Luego sale y dice que este equipo no vale. El vestuario dice: 'no tengo ninguna exigencia'. Ninguna exigencia. Si mi entrenador dice que con este equipo no va a llegar a ningún sitio, cobro lo mismo y al final la culpa es del club. Los entrenadores tienen que entrar con ilusión", zanjó.