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Kondogbia no quiere ser orange

21/10/2020 - 

La permanencia. Cuántas cosas significa y para mi ninguna que me dé buen rollo. Esa palabra que cada vez que miro la factura del teléfono, datos y fibra hace que me eche a temblar. Pero no solo cuando se trata de algo relacionado con facturas ya que, desde hace un tiempo, también me pasa cuando charlamos de fútbol. De nuestro Valencia CF.

A mí no me gusta hablar de permanencia, os voy a ser sincero. Ni con jugadores, ni con entrenador, ni con equipo. A estas alturas no porque me mosquea más que un día sin wifi. Vale, sí, es algo que tienes en cuenta, pero machacarnos a nosotros mismos con eso y al grupo de futbolistas un día sí y otro también creo que no es positivo para ninguna parte. Y si no, que se lo digan a Javi Gracia, que desde el día uno se lo estamos recordando a cada momento. Normal que quisiera romper el contrato de permanencia - pero de eso ya hablaremos luego-. Al final, por repetición, el grupo se acaba contagiando de ese clima de pesimismo extremo.

Eso es como cuando vas con toda la ilusión del mundo a ponerte el internet de fibra en casa y te recuerdan cada día lo que te queda por pagar del móvil que te han regalado con la tarifa. Ya sé que tengo que pagar una morterá pero no nos martiricemos. Poco a poco ya llegará. Partido a partido veremos donde estamos. Sabemos que la permanencia, en una temporada que pinta rara y fea hay que asegurarla, pero somos el Valencia CF. Hay que exigir y, sin bajar la guardia, trabajar al máximo con lo que tenemos. Porque  la metida de pata en el mercado de fichajes es evidente, pero con los jugadores que tenemos nos debería dar para ganarle a muchos equipos con plantillas con menor valoración. Y no solo hablo de los recién ascendidos o ¿acaso el Valencia CF no tiene hombre por hombre mejor plantilla que la mitad de equipos de la liga?

Igual es que hace tiempo que no renuevo mi tarifa y me estoy perdiendo algo. Pero vamos, yo lo que quiero es hablar, navegar y descargarme cosas –todas legales, por supuesto-. Algo así como el Valencia CF: quiero que jueguen, ganen y, si nos hacen disfrutar, pues mucho mejor.

De permanencia también hablan mucho últimamente los empleados del Valencia CF. El clima de intranquilidad se traslada desde que ha llegado un nuevo sheriff al condado apodado Lim, Joey Lim –de él y sus planes hablaremos otro día-. Con los empleados de a pie poco importan los contratos, la permanencia o la productividad. Es cuestión de fe. De lo que ellos consideran lealtad. Un día les vales al nivel de ser el telefonista que da la brasa intentando persuadir de lo inverosímil; y al otro, estás más libre que los móviles que venden el bazar de Torrefiel.

Y luego está lo de Kondogbia, que no quiere ser “orange”. Esto me tiene más mosqueado que cuando te llamaban a mitad de partida de la serpiente del 3210. Kondo ya te lo digo yo:  que sepas que tienes permanencia con el Valencia CF. No sé qué móvil tienes; si tienes tarifa plana o curvada; o si te comunicas últimamente por tam tam,  pero no te puedes marchar a menos que pagues una penalización, es decir, tu cláusula. Da igual lo que te digan otras compañías –es decir, equipos-, que sepas que te están comiendo la oreja, regalándote los oídos con suculentas ofertas de inicio que luego se traducen en que acabas perdiendo más de lo que ganas. Solo si encuentras quien te pague o asuma la penalización, te podrás marchar. Si el Atlético de Madrid no paga, no te vas. Da igual que te regalen un móvil, los oídos o que te prometan el oro y el moro. Tienes permanencia. 

Seguramente tendrás razón en muchos de tus argumentos como los tenía el bueno de Javi Gracia, cuando puso su cargo a disposición del club. Él tampoco quiso ser orange después de haber firmado un contrato en el que no se decía la verdad. Como cuando firmar 600 megas de subida y bajada pero luego resulta que es solo el primer mes, al segundo te dejan tieso como la mojama. Igual que a Javi Gracia le dejaron el equipo. Aun así él bien sabía, que había firmado un contrato –engañoso o no- que le ataba con la entidad y salvo que pagara una indemnización no podía romperlo. Y decidió enfrentarlo de cara, con respeto al Valencia CF y sin dramatizar en redes sociales. Que sí, que con los datos que tiene en el móvil, va a pedales la cosa y solo nos queda confiar en el wifi del vecino –es decir, que al otro no le salga un mejor partido- pero al menos tiene conexión a internet, cosa que muchos desearían tener hoy en día.

Así que Kondo, que te engañen en tu propia compañía es algo que nos ha pasado a todos, pero en esas situaciones lo mejor es ir y les cantas las cuarenta. Les denuncias o explicas lo sucedido para ver si se te puede ayudar. Quizás nos falten datos –y no solo de móvil- sino de la situación, pero salir y hacer eso no beneficia a nadie. Porque ahora te tienes que comer la tarifa Love Anil con patatas, esa de la que tanto has rechistado. 

Así que ya hablaremos de permanencia, ya hablaremos de contratos, ya hablaremos con datos en la mano. Ahora toca trabajar día a día: jugar a muerte partido a partido; y dejarse la piel animando por el Valencia CF.

Por mucho que no quieras ser orange, Kondogbia, tienes permanencia.

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