/ OPINIÓN

Demasiadas explicaciones

26/09/2022 - 

VALÈNCIA. Demasiadas explicacionesParece que se ha convertido en algo habitual cuando algún futbolista forjado en la casa toma la decisión de marcharse del Valencia. Existe una brecha abierta e imposible de cicatrizar en el camino que tiene que tomar un canterano sin riesgos de reproche. En una atmósfera triste e inevitable, en las últimas fechas se trasladan mensajes para justificar algo que debería ser natural. El problema es cuando se maquillan unas intenciones que no corresponden con las ambiciones que puede tener un profesional, totalmente respetables. Quizá el deseo del futbolista por matizar lo único que genera es controversia en el ambiente.

"Al final yo estaba pidiendo un contrato de larga duración porque quería vincularme prácticamente todo. De los 25 a los 33, 34 o 35 años, vincularme toda mi vida con el Valencia. Un contrato de larga duración, ocho o nueve o diez años. En España está permitido y eso era lo que yo pedía al club en ese sentido. No me lo ofreció. Tampoco le tengo nada que reprochar, es su decisión, si no lo consideraron así, pues ya está. Es fútbol", explicó ayer Carlos Soler en una entrevista concedida al diario Superdeporte. 

La percepción que se extrae es la siguiente: Carlos, no hace falta justificarse. El Valencia no atraviesa un buen momento deportivo y si lo hiciese, el asunto se habría resuelto con facilidad. Sin embargo, después de hacer dos renovaciones cortas -buscando tener la sartén por el mango en el futuro como es lógico-, el argumento de una renovación vitalicia con el Valencia unido al "prácticamente no tuve ninguna duda" cuando el PSG aparece en el mercado al borde del cierre denotan cierta incongruencia con el sentir general.

No hace falta decir que se buscaba un contrato de ocho-nueve años para edulcorar lo que está pasando, no es un delito. El Valencia está en un momento de 'transición' sin fecha de vuelta en el que la fuga de talento es tan presente como no retenida. Pero no hace falta trazar otro universo paralelo que choque con la realidad: el Valencia no ofrece un proyecto estable y a largo plazo que te convenza para no marcharte a otro club. Además, si la propiedad está más que abierta a venderte porque necesita cuadrar números. Al final, un canterano se marcha a una entidad importante con la esperanza de ganarse un puesto cuando aquí lo jugaría todo y sería de los mejores pagados, es para reflexionar. Eso es lo que pasa, aunque no todos toman esa decisión para el bien del valencianismo.

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