VALÈNCIA. El presidente del Levante UD, Quico Catalán, ha comparecido en la tarde de este martes en rueda de prensa y ha anunciado que pondrá su cargo a disposición de la Fundación, presidida por Vicente Furió y máxima accionsita del club, a final de temporada después de los malos resultados que está cosechando el equipo granota, que ha cerrado la primera vuelta sin ganar y en los puestos de descenso a Segunda división.
"Pase lo que pase, pondré mi cargo a disposición del máximo accionista y del levantinismo. No sé cómo procederemos para ello, pero el Consejo dará o no el respaldo al proyecto de Quico Catalán", ha dicho el presidente después de inciar su discurso con un mensaje de apoyo a plantilla y cuerpo técnico actual. Además, Catalán ha argumentado que no puede dejar el cargo en este momento por un acto de responsabilidad: "No tengo ningún apego a ningún cargo, pero no me puedo ir ahora mismo por responsabilidad. Sí a final de temporada. Me iré aprobando o suspendiendo, con unas notas, con un examen. Eso he trasladado a mi Consejo. Quiero examinarme y sacar matrícula de honor. Quiero llegar a ese día intentando que los objetivos se hayan cumplido", ha subrayado.
El presidente, sin embargo, no ha arrojado luz respecto al cómo se procederá a la hora de decidir sobre su cargo ante una Fundación que aprobó aplastantemente sus presupuestos hace dos semanas: "Se articulará el examen de la forma suficiente para que el presidente del Levante se sienta respaldado o no. Quizá se de una votación y yo no me sienta respaldado porque no siento el calor para seguir. Queremos sentir el respaldo con nuestro proyecto de futuro. No busquemos ahora mismo la forma, quedémonos en el fondo: al final de temporada habrá un examen".
Además, Quico Catalán ha hablado de autrodestrucción en el levantinismo, que luego ha matizado: "Esta autodestrucción a los únicos que beneficia es a nuestros rivales, por eso mi mensaje hoy es de unidad. Aquí nadie es indispensable, aquí estamos todos sometidos a la valoración, y tenemos que crecer juntos", ha deslizado antes de apuntar: "Cuando digo autodestrucción, me refiero a que más que nunca el equipo necesita a la afición aunque, si yo estuviera en la grada, me costaría animar. Es un momento en que, aunque el equipo no se lo merezca, hay que animarlo. Haga lo que haga Quico, Alessio, Roger, Morales o Pepelu... a mí sí me importa que lo hagan bien. Aunque no me guste uno u otro, por ejemplo. Tenemos que llevarles en volandas porque nos necesitan. Pese a todos los errores que hemos cometido, es necesario que la gente venga a apoyar al equipo el sábado".
Su tono se ha elevado para recalcar que no está ligado "a ningún sillón", al tiempo que se ha proclamado "máxima autoridad del Levante" para pedir respaldo al equipo: "Quico Catalán no busca nada en esta historia. Lo pide el presidente del Levante, la máxima autoridad de nuestro club, no Quico. Lo pide el sentimiento levantinista. Solo ellos lo van a sacar adelante, pero tenemos que ayudarles. Que sea el fútbol el que nos diga dónde estamos, pero no nosotros. Porque no construímos". No han sido pocas las ocasiones en las que el presidente ha advertido que no busca nada personal para él mismo, sino que su mente está en lograr el objetivo de la permanencia: "No seamos tan torpes de destruir lo nuestro, que nos tiren los rivales fuera, en el campo. No nosotros. Y hago ese llamamiento al levantinismo con este ejercicio, ni más ni menos. Solo quiero ganar al Mallorca, solo pienso en esos tres puntos.
El presidente ha insistido en más de una ocasión en el apoyo a los jugadores y en la confianza en que reviertan la situación: "Llegará un momento en que el fútbol nos coloque en la situación que nos tenga que colocar, pero que sea el fútbol. La victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana, que ni una ni otra nos desvíe. Creo firmemente en los jugadores, y en que su sufrimiento es lo que nosotros padecemos. La forma de ayudarles es aplaudiéndoles y alentándoles. De corazón. Es la mejor forma de ayudarles a ellos, que son los protagonistas de que el Levante esté en su lugar. Es un mensaje que me sale del corazón, que lo he meditado y que ayer entendí que hoy era momento de transmitirlo, después de consultarlo en el Consejo", asevera Quico Catalán.