Un cambio de rumbo en la portería del Levante

16/11/2021 - 

VALÈNCIA. La portería del Levante vuelve a vivir la tensión del permanente cambio de rumbo que, con Paco López al mando, vivían los metas granotas. Dani Cárdenas jugó por primera vez a las órdenes de Javi Pereira en Mendizorroza y, aunque de puertas hacia dentro el técnico pacense razona el giro como una cuestión táctica, la realidad es que en el portero de Terrassa y Aitor Fernández reina cierta incertidumbre por ver quién es el dueño de los palos el próximo viernes ante el Athletic. Y Cárdenas ya guarda papeletas para continuar el hilo de Vitoria.

Sin embargo, fue el arquero guipuzcoano el que comenzó contando con la confianza de un nuevo entrenador que aterrizó con un mensaje claro, no solo en torno a la portería, sino también en relación al resto del equipo: entrar y salir del once iba a ser tarea complicada, por más que la situación clasificatoria haya terminado picándole el plan a Pereira. Más si cabe en una posición donde la gestión del anterior cuerpo técnico era cuanto menos poco habitual en equipos de Primera División (empezó alternando sus porteros con tres choques para cada uno y dio al catalán cinco de las siete últimas jornadas del pasado curso). Pero la nueva orden estaba clara y el escogido por el entrenador en su primera cita contra el Getafe iba a ser, según su argumento, un guardián casi fijo. Salvo algo que suscitase la necesidad de un viraje en el discurso.

"En la portería no me puedo equivocar, voy a acertar al 100%. Quiero despertar una competencia sana, pero no soy un entrenador que quiera rotar", admitió el extremeño ya el día de su presentación. Se había terminado entonces el reparto de minutos que, con mayor o menor agrado, habían digerido y aprobado los que se ponen los guantes, incluso un Aitor Fernández que, con la división de oportunidades y poco tiempo después de ser sondeado por clubes como el Barça, veía reducido considerablemente su protagonismo. 

De hecho, el vasco está cerca de ampliar su contrato con el Levante una temporada más (hasta 2024) con un consiguiente aumento de salario, tal y como informó en octubre el programa Deportes Cope Valencia, y ahora un nuevo cambio de rumbo puede hacer cosquillas en sus pretensiones en la portería granota. Aunque, eso sí, es una renovación que el de Mondragón lleva tiempo esperando ante las dificultades económicas en Orriols. 

En la otra portería del Ciutat ondea una bandera parecida. Dani Cárdenas es uno de los futbolistas que acaban contrato el próximo verano, pero su vinculación con el club tiene adheridas otras condiciones derivadas de su última firma en marzo de 2020. Entonces, de la mano de su anterior agencia de representación, aceptó dos cursos más en su contrato ampliables de manera unilateral por el club (también hasta 2024), aunque sin una subida en sus emolumentos necesariamente vinculada. Es lo que el portero catalán pidió al Levante para hacer efectivas esas dos temporadas añadidas como granota, pero su mejora quedó en stand by.

La de Cárdenas, ya de inicio, iba a ser una sopa cocinada a fuego lento, pero el verano levantinista en cuanto al mercado y la no venta de futbolistas, con las pérdidas que arrojará el ejercicio, ralentizaron más aún la operación. Mientras, el comportamiento del meta de 24 años ha sido ejemplar. Tanto es así que cumple su última temporada con dorsal de filial permitida por el reglamento (luce el '34' pese a que el '1' quedó libre, pues el Levante dejó una ficha sin cubrir ante una incorporación a la que más tarde dio nombre Mustafi, quien se quedó el '13' tras permitir la competición el cambio de número de Aitor). Por edad, Cárdenas tiene que llevar dorsal de primer equipo obligatoriamente la próxima campaña.

Con dos situaciones de inminencia en lo que se refiere a sus ampliaciones, ambos metas trabajan para ganarse la confianza traducida en titularidades de Javi Pereira. Uno por volver a ser el portero del Levante por excelencia; otro, por tratar de que su elección frente al Alavés no fuese un oasis. La "competencia sana" de la que habló el técnico está servida aún con un cambio en su discurso que ya se ha visto en otras posiciones del terreno de juego. Ya fuese por ausencia de futbolistas o por decisiones sorprendentes, Pereira pasó de repetir un once del Levante tras temporada y media sin hacerlo con el anterior preparador, a tocar piezas en las otras tres citas en las que se ha sentado en el banquillo.