Marcelino espera, como mínimo, que le traigan un refuerzo

VALÈNCIA. Fichar un delantero es la prioridad del Valencia CF para el mercado invernal que se abre hoy uno de enero. Marcelino espera, como mínimo, un refuerzo, El técnico sabe que para fichar cuenta con el OK de Peter Lim, que autorizó al club para reforzar tres posiciones en el equipo, tal y como publicó el martes pasado PlazaDeportiva.com. Sin embargo, el asturiano tiene los pies en el suelo y sabe que difícilmente podrá llegar más de un jugador nuevo. De hecho, el técnico a su entorno más próximo le ha dicho que confía en que va a llegar un refuerzo seguro y que ve más complicado que lleguen más.

La prioridad es un punta. Sin embargo, esa prioridad ha ido cambiando desde que el uno de septiembre se cerrara la actual plantilla, que ha disputado casi toda la primera vuelta.

De todo ello, un aspecto estaba claro en el cuerpo técnico de Marcelino: pese a tener sólo dos competiciones (Liga y Copa del Rey), la plantilla era considerada muy justa en cuanto a los efectivos disponibles. Para colmo de males, hay posiciones del equipo en las que- fundamentalmente por falta de confianza- no hay un recambio de garantías. Desde el lateral derecho (no convence Nacho Vidal), el medio centro defensivo (Maksimovic es aún muy jóven, viene de una liga poco competitiva y es más un medio de distribución que de posición).

Así que puestos a establecer una prioridad, el medio centro de posición era la primera opción en la cual se pensaba trabajar con vistas a la reapertura invernal del mercado. Sin embargo entró en escena el menisco externo de Simone Zaza y ahí todo cambió. 

El escenario que marca la lesión del italiano, es que mientras su rodilla aguante no va a haber problema. Pero el club -en boca de Marcelino- admitió que el de Policoro padece una rotura parcial del menisco externo de su rodilla izquierda. El riesgo es máximo, y si la rodilla se quiebra totalmente, el periodo de baja no sería breve.

Así que nuevo cambio de dirección. Ahora es un delantero la primera de las opciones a estudiar para reforzar el equipo. Pese a que Marcelino convenció a Peter Lim de que hay tres posiciones a mejorar, todos saben que va a ser muy complicado porque no sirve cualquier perfil. Fundamentalmente, y además del nivel técnico, se buscan tres requisitos: que no enturbie el ambiente del vestuario y venga a sumar, que conozca la liga española y que venga para algo más de los seis meses de la segunda vuelta (es decir, una cesión con una opción de compra).

Así que con todo ello, y mientras se sueña con que el Inter soltara a un Cancelo que cada vez cuenta con más minutos, el club de Mestalla trabaja en el delantero y tiene un nombre:  Sandro Ramírez. El canario no cuenta para Sam Allardyce, entrenador del Everton, que incluso ha llegado a descartarlo de un modo casi definitivo al decir que "no se ha adaptado al ritmo de la Premier y por eso no ha demostrado todo lo que se le vio en España". 

Así que -descartado el Málaga y con la posible injerencia del Sevilla- el Valencia afila sus garras en el mercado de invierno para pescar en las islas. Pero no todo el hándicap reside en lo que puedan hablar ambos clubes, la ficha del delantero puede ser otro inconveniente. De hecho, el Valencia CF espera un gesto del jugador -bajándose la ficha- que interpretaría como demostración de querer jugar en Mestalla. Esta puesta en práctica voluntaria la echó de menos el club este pasado verano cuando se intentó ya un acercamiento al punta grancanario. Quizá su mala experiencia en la Premier, le haga estar más receptivo a esta pretendida rebaja emolutiva.