Valencia y Puma vuelven a encontrarse treinta años después

VALÈNCIA. La finalización al expirar la próxima campaña del contrato del contrato que une al Valencia CF y a Adidas comporta la extinción de la relación entre ambas entidades. A la marca alemana le seguirá Puma, curiosamente otro sponsor técnico nacido de la escisión en su día de los hermanos Dassler, cuyos hijos hicieron derivar en un rivalidad ciertamente intensa en ocasiones.

Para el Valencia será el reencuentro con esta filial tras su experiencia en los 90 durante tres campañas. Más allá de las bajas cifras económicas que el club de Mestalla percibía de la marca de las tres bandas (1’6 millones de euros al año), la apuesta de Puma por el Valencia es otro de los factores que puede ser un vehículo adicional sobre el que relanzar la imagen del proyecto. En España, solo el Eibar viste esta marca, mientras que a nivel europeo ahora mismo su “punta de lanza” es el Arsenal y su otro gran bastión es el de la selección italiana de fútbol.

Como ya hemos significado, no es la primera vez que Puma y Valencia unen sus caminos. Lo hicieron a principios de los 90 durante tres campañas, en una época en la que el merchandising del fútbol en nada se asemejaba al escenario actual. Valga dos datos, Puma no varió el diseño de la primera equipación (la blanca) durante los tres años en los que vistió al Valencia y el segundo curioso dato es que en aquella época los guardametas no estaban obligados a vestir equipaciones de la misma marca que los jugadores de campo (como lo prueba el hecho de que José Manuel Ochotorena y José Manuel Sempere vistieran con la marca especializada en ropa de guardameta Uhlsport cada vez que saltaban al terreno de juego).

Desde la temporada 90-91 y hasta la temporada 92-93 la marca alemana se encargó de proveer al Valencia de ropa para sus actividad diaria. Y podríamos decir que hubo dos claras épocas.

La primera comenzó con el patrocinio en el pecho de La Caja de Ahorros de Valencia (que con la fusión pasó a lucir como Bancaja) y sucediendo a la marca valenciana Rasán, por ello dos de las tres equipaciones siguieron fielmente las líneas marcadas por la marca predecesora. La equipación blanca (la única que no varió en las tres temporadas que duró el contrato) era austera. Cuello de pico y solapas... y poco más. Ningún tipo de ribetes en manga o cuello y un estampado que se repetía por toda la tela del logotipo de la marca. El estampado era en brillo sobre una tela en mate. Exactamente los mismos parametros de tonalidad y austeridad para el para el pantalón y las medias, totalmente blancos por aquella época. La segunda equipación era azul eléctrico con ribetes en cuello y puños de las mangas rojos y amarillos en clara alusión a la senyera y siguiendo la segunda equipación que temporadas atrás había realizado Rasán. Idem para pantalón y medias.

Pero si por alguna circunstancia cabe recordar aquella primera tanda de equipaciones de Puma de las temporadas 90-91 y 91-92 es por la introducción de la tercera equipación y el color escogido: el naranja. Puma fue la pionera en apostar por un color que a la postre ha sido identificativo de la afición valencianista. Se apostó por una equipación naranja con “aguas” o dibujos bastante asimétricos en brillo y mate, un pantalón negro -sin más- y unas medias también de color naranja. Ese tercer equipaje sería el embrión de lo que más tarde supondría la identificación total y absoluta con las vestimentas de dicha tonalidad.

Al final de la temporada 91-92 el Valencia CF cambia de main sponsor. Finaliza su contrato con Bankia y pasa a lucir en el pecho la marca turística propuesta por la Agència Valenciana de Turisme “Mediterrània”. La marca de la “palmerita” luciría dos temporadas en el pecho de los jugadores (mucha gente la recuerda por ser la equipación que lució Mario Alberto Kempes en el día del partido de su homenaje ante el PSV Eindhoven). Así que aprovechando el cambio de patrocinio, Puma varió la segunda y la tercera equipación.

La segunda pasó a ser totalmente azul. Sin ribetes ni en mangas ni cuello y oscureciendo un tanto la tonalidad. A esta vestimenta se unía una tercera que se implantó en detrimento de la naranja. La marca apostó por una equipación (camisa, pantalón y medias) totalmente roja. Un rojo “Liverpool” fue el escogido para el equipaje alternativo de aquella temporada. Todos estos diseños pueden admirarlos ustedes en la foto que encabeza este escrito gracias a la aportación de Albert Carda (cuya cuenta de twitter es @ValenciaMemora) y que ha cedido a Plazadeportiva.com la imagen de cinco de los diseños que obran en su extensa colección personal de equipaciones valencianistas (un tesoro que merecería ser admirado en algún museo valencianista con entrada para el público).

A la finalización de la temporada 92-93 el Valencia y Puma separaron sus caminos. Casi tres décadas después, veintinueve años, vuelven a unirse.