VALÈNCIA. Si una premisa ha esgrimido Meriton Holdings desde su llegada a Valencia para intentar explicar sus inexplicables acciones, esta es el de la importancia de que la cantera sea la base de su equipo para tener un club sostenible; la tantas veces aludida "Meriton Youth Policy". Este razonamiento difícilmente encaja con la filosofía del entrenador contratado para esta temporada. Los números dicen que Bordalás no es hombre de apuestas por la juventud.
La realidad es que la cantera no ha sido uno de los pilares de los logros de José Bordalás en sus años al frente del Getafe CF en la primera división. Aunque algunos futbolistas de la base del equipo azulón han tocado tangencialmente sólo dos futbolistas han gozado de cierta continuidad y eran del agrado del técnico alicantino.
A su llegada en la temporada 2016/17 en segunda división utilizó a Emi Buendía a quien le dió 12 partidos (6 desde el inicio) con un total de 609 minutos jugados. Sin embargo el argentino que provenía del filial no tuvo continuidad y ese mismo año ya salió hacia la Cultural Leonesa para no volver a la entidad madrileña. Con una presencia testimonial también asomaron en el primer equipo en aquella campaña Jesús (1 partido y 90 minutos) y Quezada (2 partidos, uno de titular y 37 minutos); ninguno de ellos asomó la campaña siguiente por la primera división vestido de azulón.
Para la campaña de la vuelta a primera división (la 17/18) volvemos a encontrar 3 futbolistas que aparecen fugazmente en los planes del técnico alicantino. Con sólo un partido aparecen Alberto Redondo (1 partido, 90 minutos) quien tuvo su oportunidad ya en la jornada 36 cuando el equipo no se jugaba nada por arriba ni por abajo, y Miguel Ángel Rubio (1 partido, 27 minutos) también en la misma jornada que Redondo, en la 36.
Pero ahí aparece uno de los pocos nombres por los que Bordalás sí ha apostado en la cantera getafense y que, a buen seguro, sonará a la afición del Valencia CF: Hugo Duro. El madrileño no dispuso especialmente de minutos esa campaña (2 partidos, 19 minutos), sin embargo y al contrario que ocurrió con el resto de canteranos, Bordalás sí continuó apostando por él en las campañas posteriores.
De hecho fue el único canterano con presencia en la temporada 18/19. Incrementó notablemente sus números al acumular 11 partidos (5 de ellos de titular) y 417 minutos (entre ellos el ya famoso partido de Copa del Rey en Mestalla).
Siguió en la misma línea en la campaña 19/20. 12 partidos con 4 titularidades y 375 minutos. Prácticamente ningún canterano más tuvo oportunidad ese año (testimonialmente cabe anotar como muestra de la poca presencia de la cantera 1 minuto para el francés Florent Poulolo. Sin embargo ese verano Hugo Duro fue uno de los motivos del deterioro de la relación entre Angel Torres y Bordalás. El presidente azulón cedió (realmente una compra encubierta) al joven delantero al Real Madrid y esto desató las iras del hoy entrenador del Valencia quien ya contaba con Duro como uno de los delanteros importantes en su equipo. "Se va a salir en el filial del Madrid" llegó a comentar el alicantino a quien el tiempo le acabó dando la razón: Duro acabó disputando minutos en Champions con el primer equipo convocado por Zinedine Zidane.
Para su última campaña en sur de Madrid Bordalás dio minutos a 4 futbolistas. En tres casos, su incidencia fue mínima. Al británico Patrick Finn le dio 69 minutos repartidos en 6 encuentros, al ghanés Sabit Abdulai le repartió 57 minutos en dos encuentros y a Víctor Mollejo lo utilizó 4 partidos en los cuales sumó 71 minutos (otros como Niang o Amankwaa estuvieron de manera muy tangencial). Sin embargo, la excepción la marcó Juan Iglesias. El pucelano de 22 años acabó por hacerse con un hueco en el lateral derecho. Estuvo en 10 partidos de los cuales en 7 fue titular y acumuló 604 minutos. Su progresión fue tal que acabó discutiéndole el costado derecho de la defensa a todo un baluarte del Getafe de Bordalás como el uruguayo Damián Suárez.
Por tanto Hugo Duro y Juan Iglesias son las excepciones de la presencia y continuidad de la cantera en el Getafe de Bordalás. Una filosofía desde luego muy alejada de la tantas veces aludida Meriton Youth Policy.