VALÈNCIA. Me suelo levantar sobre las 7:30 de la mañana, la verdad es que la cuarentena no me cambió el horario. Le doy de comer a Gabi, mi perra guía, y la bajo a que haga sus cosas. Luego me hago el desayuno. Me gusta desayunar mientras veo alguna serie, ahora mismo estoy viendo Vis a Vis, y viene al pelo… ellas también están encerradas.
Sobre las 10:00 me pongo a entrenar. Cuando acabo me ducho y juego un poco con la perra para que corra un rato, aunque sea en casa lanzándole la pelota por el pasillo. La vuelvo a bajar y me pongo a comer viendo, otra vez, alguna serie. Sí, Netflix me ha salvado del aburrimiento en estos días, pero también mi guitarra. Por la tarde suelo ponerme a tocarla y saco algunos temas.
Llega la noche y, sobre las nueve, bajo por última vez a la perra. Ceno y… a seguir viendo la serie. Al final me termino acostando sobre las 12 de la noche, no demasiado tarde para poder estar fresco de cara al día siguiente. Y vuelta a empezar. De momento todos los días me parecen iguales, me siento un poco como el de ‘Atrapado en el tiempo’. Solo cambian los domingos, que descanso de entrenar e invierto ese tiempo en limpiar.
Aun así, la verdad es que no lo llevo nada mal. Intento comer sano, pero a veces la tentación es muy grande. Cuando llevas un rato aburrido y ves una bolsa de patatas… ¡es como que te habla! Por eso no compro mucha comida de ese tipo… Aunque pueda entrenar en casa -porque tengo montado un mini gimnasio aquí- mi deporte es el fútbol adaptado, así que no me puedo poner a lanzar balonazos por la casa. Correr en una cinta me sirve para mantenerme físicamente, pero no es lo que más me gusta. Prefiero correr detrás de un balón.
Para mí que pospusieran los Juegos fue una faena, pero hay cosas más graves en la vida. A mí me ha afectado el traslado de Tokio y a otras personas les habrá trastocado otras cosas: a quien que se dedique a las Fallas y las estuviera esperando todo el año, incluso en algo que parece tan ‘tonto’ como alguien que esté empezando una relación sentimental en estos días... Cada persona es un mundo y cada uno tenemos nuestras cosas.
Hay que entender que lo primero es la salud. Yo no me voy a quejar, hay cosas más importantes que los Juegos. Hay que esperar a que esto pase y saber que nosotros tenemos suerte, dentro de lo que cabe. Soy de los que piensan que hay cosas mucho peores que estar encerrado en casa, viendo series y haciendo todos los días lo mismo.
Pienso en nuestros abuelos, o bisabuelos, que han pasado por una guerra… Eso sí tiene que ser duro. Nosotros solo nos hemos tenido que quedar en casa. Eso sí, entiendo a aquellos a los que les ha afectado económicamente. Al dueño de un bar, por ejemplo, pero no es mi caso. A mí, si me afecta, me afecta psicológicamente. No es para tanto, hay que ver el lado positivo de las cosas.