El escolta de Valencia Basket es uno de los jugadores elegidos por Vidorreta para suplir el vacío en una posición de base golpeada por las lesiones
VALÈNCIA. Erick Green se lamentó de la lesión de Van Rossom en el partido contra el Khimki "Es nuestro único base y el líder del equipo en estos momentos". Sin embargo, valoró la reacción de Valencia Basket a pesar del contratiempo: "Sin él dimos un paso adelante y asumimos su rol. Muchos jugadores aportaron hoy en ese aspecto. El entrenador dijo que tenemos cuatro bases ahora mismo: yo, Sastre, Fernando y Alberto. Vamos a intentar ocupar bien su rol y esperar que vuelva pronto y no sea una lesión grave".
El norteamericano ha regresado tras su lesión en el talón de aquiles siendo de nuevo un jugador fundamental. Contra Zalgiris y Fuenlabrada anotó 17 puntos y ayer se quedó en 11 que convirtió en los momentos clave del partido. "Estoy volviendo poco a poco", explicaba el escolta. Pero para él lo más importante es poder estar con sus compañeros. "Estoy feliz de haber vuelto con mis compañeros y poder jugar a baloncesto de nuevo. Simplemente me alegro de poder ayudar al equipo a ganar partidos", confesó Green.
Como todos los jugadores de Valencia Basket, asegura que el equipo no puede mirar más allá del siguiente choque. El escolta incidió en que "todos los días salimos a luchar, en todos los partidos intentamos hacerlo lo mejor posible e intentar escalar partido a partido. Cada día vamos a intentar ganar y eso es lo que tenemos que hacer en Euroliga".
Tres victorias consecutivas en la competición continental en la Fonteta pero ninguna fuera de nuestras fronteras. Green admitió que "tenemos que ganar fuera de casa y nuestro próximo partido es en la pista del Efes". El norteamericano señala que "tenemos que estar preparados" pero recuerda que "primero jugamos este domingo y es del que nos tenemos que preocupar". Una vez superado el encuentro liguero habrá tiempo de pensar en el siguiente en el que "esperemos sacar el partido contra Efes", concluye Green.