VALÈNCIA. El gol de José Giménez en el 93 fue una puñalada que se clavó en el centro del corazón del valencianismo como una daga mortal. Tras una primera parte con los efectivos justos y la gasolina suficiente, el Valencia CF fue capaz de sacarle los colores al Atlético en el Metropolitano.
Sin embargo cuando llegaron las bajas y las fuerzas se fueron acabando, el fondo de armario no pudo contener el empuje local. Porque los que jugaron todo el partido vienen con mucha carga de minutos en las piernas debido a la escasez de efectivos en la plantilla para la rotación. Y porque la entidad de los primeros refuerzos de refresco en el At. Madrid fue Correa, Felipe y Cunha, y la del Valencia fue Koba, Mosquera y Jesús Vázquez.
En esa realidad, la voluntad y compromiso de los futbolistas, que ha salvado muchos puntos en los minutos finales, también ha visto cómo han remado para morir en la orilla en otros compromisos.
La primera bofetada de realidad la tuvo el equipo en la jornada 5 ante el Real Madrid. Con las bajas de Gayá y Cherishev (que había comenzado la liga como titular y se lesionó en la jornada 4 en Pamplona), durante el partido se añadieron a la lista de caídos Carlos Soler y Thierry Rendall. Pese a adelantarse en el marcador con gol de Hugo Duro en el minuto 66, bastaron dos minutos en el tramo final del partido para que Vinicius en el 86 y Benezemá en el 88 le endosaran a los de Bordalás la primera derrota.
El siguiente tropezón que se puede englobar en esta categoría llegó en el Camp Nou. En la jornada 9 el Valencia se presentaba ante un Barcelona en crisis sin Thierry y sin Alderete. Pese a adelantarse 0-1 en el minuto 4 con gol del reaparecido Gayá, el Barça e remonta antes del descanso con goles de Ansu Fati en el 13 y de Depay en el 41. Cuando el equipo se vuelca para buscar el empate el Barça aprovechó para cerrarlo a su favor con un tercer tanto en el minuto 85 que marcó Phil Coutinho. Otro partido que se iba al final.
Conforme van pasando las jornadas el equipo acumula las bajas, eso incide en cargar de minutos al mismo núcleo de jugadores sin casi posibilidad de rotar. Ello supone que determinados futbolistas jueguen casi todos los minutos de liga y copa.
El desgaste pasa factura en dos partidos más. Ante el Espanyol los de Bordalás acuden con las bajas de Foulquier, Diakhaby, Gabriel, Lato y Gayá. Los locales se adelantan 1-0 con gol de Alderete en el minuto 51. Sin embargo la gasolina se fue acabando y los cambios tampoco sostuvieron al equipo. En el minuto 82 Hugo Duro vio su segunda cartulina amarilla, en el 83 empataba De Tomás al transformar un penalti y en el 88 Puado de cabeza anotaba la primera victoria del Espanyol como visitante en el minuto 88.
El sábado en el Metropolitano llegó el último capítulo de esta problemática. Los refuerzos no llegan, el grupo ya ha perdido a Wass de hecho (y en breve lo perderá de derecho), los futbolistas no dejan de caer y a Bordalás se le acumulan los problemas. Por eso, y tras tres ruedas de prensa en las que no quiso hablar de fichajes, el sábado volvió a dejar un aviso muy serio: "El equipo necesita de manera urgente ayuda, pero lo necesita desde el verano. Si no nos ayudan lo pasaremos mal".