VALÈNCIA. Van a ser unas Navidades chungas, muy chungas. Sé que no cuento ninguna novedad, pero es que hoy estoy de bajón. Si a todo lo que ya tenemos en el día a día con el COVID, las restricciones que impiden ver a nuestra querida gente y las dificultades económicas de nuestras familias, le añadimos que lo único que nos puede dar alguna alegría de vez en cuando –que es el Valencia CF-, también nos falla… se nos convierte en más infeliz la Navidad.
Conseguir 15 puntos de 45 posibles son muy malos números. Son números de descenso, destitución, cese de actividad y cárcel. Y la solución no es la de tirar al entrenador –cosa que seguro agradecería el míster tal cual está el asunto- sino la de darle armas. Herramientas para que pueda tener soluciones a situaciones normales de partido que para el Valencia CF son auténticas odiseas.
El equipo no da para más. Esto es algo que se veía venir después de la mala planificación deportiva de Meriton este verano al no realizar ningún fichaje y vender todo lo vendible en tiempo récord. El once tipo puede luchar, pelear, sacrificarse e incluso hasta jugar buenos partidos, pero momento tocas una pieza se cae. Es una realidad y eso es lo que está pasando. Y es algo que he hablado muchas veces con gente del vestuario y son conscientes de que está ahí.
Da igual que cambiemos el sistema o que Javi Gracia reaccione, prepare o planifique cambios. La realidad es que, sin fichajes, el equipo lo va a pasar mucho peor de lo que ya estamos padeciendo. Pese a todo lo dicho anteriormente, el Valencia CF salió a jugar con todo lo que tenía y aguantó lo que su físico y calidad le concedió
El Sevilla hizo cambios y eso condenó –más si cabe- a un equipo sin recursos en el fondo de armario. Los Rakitic, Munir, Aleix Vidal y Gudelj serían titulares hoy –sin ser nada del otro mundo- en un Valencia CF donde no hay “Plan B” ni forma de cambiar la dinámica cuando las cosas se ponen feas. No hay alternativas en el banquillo.
Con esto no estoy diciendo que haya malos jugadores, lo que digo es que no hay más donde elegir. Y eso es un grave problema. Si tienes una chaqueta, dos camisetas y tres pantalones, el día que se te ensucia una camiseta la cambias por otra, pero como se te manchen las dos, por mucho que te pongas la chaqueta la cosa no pinta igual. Vas cutre y es probable que te constipes. Y si los pantalones, camisetas y chaqueta, encima ni son de temporada, ni de marca, ni te terminan de gustar… pues ya me dirás. Por suerte o desgracia llega el mercado invernal donde los equipos acuden para corregir las meteduras de pata del mercado veraniego. La historia es que el Valencia CF no solo debe corregir, sino que debe reforzar por completo la plantilla si quiere ganar algún partido esta temporada. Sé que suena duro pero es la pura realidad.
Así que este año en la carta para Papá Noel hay que pedir muchas cosas, porque la que todos pediríamos -que es recuperar el club- ahora mismo es inviable. No porque no se pueda materializar, sino porque no hay nadie que compre ese regalo. Es como cuando le pedía a mis padres un coche de radiocontrol y me decían que para “el año que viene”. No había pasta y en el fondo yo lo sabía, igual que sabemos todos que no hay nadie que los ponga.
Por eso, siendo realistas necesitamos exigir “regalos” y pedir un central, un lateral derecho, un centrocampista defensivo, un jugador de banda y un delantero. Y si me apuras hasta un portero viendo cómo está el panorama. Es como cuando de niño abrías el catálogo y señalabas todo lo que te molaba al son de “me lo pido” sin mirar pelo pero con la certeza de que algo traerían. El miedo que tenemos a día de hoy con esta gente es si el que tiene que traerlas se decide a hacerlo.
Por eso, fichar es la única solución que veo para salvar la temporada. Que Meriton se deje la pasta o se las ingenie para traer futbolistas. Corona se está moviendo en el mercado, pero es como cuando mi madre encontraba el juguete que quería y mi padre no le dejaba comprármelo porque se iba de precio o porque directamente no le salía de las castañas.
De lo de buscar la unión entre la gente ni hablo ya, porque lo doy por imposible. Siempre bandos. Siempre guerras. Siempre intereses. Mirad, a mí me gustaba Papá Noel por unas cosas y también los Reyes Magos por otras. El primero te traía antes los regalos y podías disfrutar de ellos tanto que cuando llegaba el día 7 y volvías al cole hasta te habías aburrido. Sin embargo, los Reyes Magos molaban más por la tradición, la cabalgata, el ir a verlos o pasar todas las fiestas pidiendo.
En mi casa eran los Reyes Magos, pero no me pasaba la vida criticando a los que recibían regalos el 25; ni ellos burlándose de aquellos que los recibíamos el último día y no podíamos jugar apenas. Los respetaba porque algún día Papá Noel aparecía en casa de mi tía y me daba una alegría. En Valencia pasa mucho esto también, pero no con Papá Noel ni los Reyes Magos; sino con las Fallas, la política o, más recientemente, con la gestión de Meriton. Gestión nefasta, lamentable e indefendible. Pero da igual las veces que lo pongas o de la manera que lo expliques, porque quien quiera hacer daño, buscará la excusa o manipulará lo que haga falta para conseguir su objetivo –sea cual sea-. Pero no me preocupa en absoluto, porque tanto a Meriton -por hacer las cosas tan mal- como a esos que solo quieren hacer daño, les traerán carbón.
Así que amigos, amigas y amigues, espero y deseo que de salud estéis fenomenal, que tengáis gente que os quiera mucho y que el trabajo no os falte, porque si dependemos de nuestro Valencia CF, seguro que se tratará de una infeliz Navidad.