VALÈNCIA. La primera medalla para el atletismo valenciano en Nerja llegó en la sesión de la mañana. Osarumen Odeh (Playas de Castellón) terminó segunda en la final de martillo con una gran serie, cinco lanzamientos por encima de los 60 metros -el mejor de ellos en 63,86-, pero sin uno que le acercara a la nueva barrera que pretende derribar, los 67 metros.
En el ocaso de la gran Berta Castells, dieciséis veces campeona de España, ha emergido Laura Redondo, que ha batido cuatro veces el récord nacional, empujándolo hasta los 72 metros. Y a su estela, algo menos explosiva, más silenciosa, avanza Osarumen Odeh, la castellonense de 26 años que ya está como la cuarta mejor española de todos los tiempos tras lanzar el martillo hasta los 66,81 metros. Pero crecer, colocarse entre las mejores de la historia, elevar las expectativas, tiene su precio: el runrún que se crea alrededor en cada campeonato. No lo supo llevar y en febrero empezó a tener ataques de ansiedad. “No supe gestionar toda esa presión y me hundí”, reconoce cuatro meses después. Su entrenadora, Mari Carmen Vidal, se volcó con ella y volvió a sacarla a flote.
Osarumen, de carácter introvertido, encontró la solución en unos auriculares. “Todo ese ruido te acaba nublando y es mejor aislarse. A mí la música me ayuda y cuando me agobio, me pongo los cascos y se acabó”.
También ayudó su estreno como atleta internacional. Primero en el Iberoamericano y después, dentro de unos días, en los Juegos del Mediterráneo. “Estoy ilusionada y con ganas. Ir con la selección ha supuesto un chute de energía para mí. Ha sido una oportunidad muy buena. Ahora, en Orán, confío en salir concentrada, cuidar la técnica y tener esa chispa para mejorar mi marca personal, porque estoy para hacerlo”.
La final de martillo estuvo plagada de lanzadoras de la Comunitat. La segunda mejor de ellas fue Gema Martí, quien después de batir su plusmarca en invierno (62,98) le está costando volver a despuntar. Esta semana, además, se le cayó un martillo en el pie y llegó a Nerja renqueante. La atleta de Gandía lanzó 59,71 y acabó quinta. Ainhoa Gimeno fue novena (54,47); Aitana Safont, ya de regreso de Estados Unidos, donde estudia, fue undécima (52,51), y Tina Roberts, decimotercera (52,97).
Víctor Ruiz, tercero Víctor Ruiz se ha reencontrado en 2022. El atleta de Utiel no lograba enganchar una temporada sin lesiones. Hasta este curso, en el que consiguió una nueva marca personal (8:16.42) que debe llevarle al Mundial de Eugene. Pero no todo podía ser perfecto y, el martes, el obstaculista del Playas de Castellón sintió un latigazo en la espalda cuando se agachó a poner agua. En la final del Campeonato de España no quiso poner excusas -“me he recuperado bastante bien”, dijo- pero sí cree que igual no le permitió luchar en la última vuelta con Sebas Martos, el campéon, y Dani Arce, el subcampeón. Aún así Ruiz logró una medalla de bronce (8:27.23) que le sabe a gloria. El Hocine Bouchrak entró octavo y mejoró su plusmarca (8:35.96). El discípulo de Pepe Ortuño logró la segunda medalla para la Comunitat. “Lo he intentado con todo lo que tenía. He ido muy cómodo durante la carrera porque me encontraba con muchísima fuerza. He llegado hasta ellos cuando se escapaban, aunque luego, cuando quería empujar, notaba ese bloqueo, aunque no me ha dado un latigazo, por suerte. Lo mejor es que yo creo que voy a llegar muy bien al Mundial. Han sido años muy duros, sufriendo mucho, pero este año me siento afortunado. Este año he podido entrenar como quería y se ha notado en las marcas. Quizá desde el invierno de 2018 que no estaba tan bien”.
Los tres discípulos de Manoli Alonso en las pruebas combinadas tuvieron una gran primera jornada. Claudia Conte cerró las cuatro pruebas del viernes con 56 puntos por encima de su marca persona, aunque falta rematar en las tres del sábado. La atleta de Benicàssim hizo marca en los 100 metros vallas (13.71) e igualó la del 200 (24.89), cumplió en el peso (12,80) y se desconcentró en la altura (1,80). La representante del Playas de Castellón mantiene vivas sus opciones de clasificarse tanto para el Europeo como para el Mundial.
Su compañera Mara Herrando salió radiante de la pista. Su primer día fue redondo, con tres mejores marcas: 15.20 en los 100 metros vallas, 1,68 en altura y 26.39 en el 200, además de 10,74 en el peso (su mejor lanzamiento de la temporada). La atleta del Playas de Castellón es todavía sub20 y en Nerja se está confirmando como una de las grandes heptatletas del futuro.
No le fue peor a Óscar Andrés. El atleta sub23 concluyó el primer día en una inesperada tercera posición gracias a un arranque espectacular, con marcas personales en 100 (10.79) y longitud (7,01) y un 400, en la última prueba de la tarde, con otra plusmarca (48.68).
Las semifinales de los 400 m vallas volvieron a encumbrar a Pablo Drees. El atleta sub23 del Gandia Alpesa no logró pasar a la final pero destrozó su marca personal por más de tres décimas (51.82), lo que le permitió bajar por primera vez de los 52 segundos. En la prueba femenina, cayeron Havana Allistone-Greaves (1:00.49) y Vladislava Bulat (1:03.05).
Carmen Marco sigue en racha. La atleta del Valencia CA ha mejorado ya treces veces su marca personal esta temporada. En la primera eliminatoria de los 100 metros volvió a hacerlo con un triunfo incontestable tras cruzar la meta en 11.41 (+0.6), la misma carrera en la que Miriam Cotillas fue quinta con 12.16. La atleta que entrena con Rafa Blanquer tuvo el estreno deseado. “En las eliminatorias solo quería tener una buena entrada en el campeonato”, explicó después de ver que hay dos rivales casi inaccesibles: María Isabel Pérez, que renovó el récord de los campeonatos (11.20) y Jael Bestué, que volvió a batir el récord de España sub23 (11.26). En el 100 masculino, Miguel Izquierdo también consiguió una nueva marca personal (10.54), aunque esta vez sin el premio de las semifinales.
La final de peso dejó a Judit Prats a las puertas del podio. La atleta que entrena con Josevi Escolano fue tercera hasta la penúltima ronda, en la que cayó al cuarto puesto. Prats no pudo mejorar sus 13,65. Tras ella, con su mejor actuación de la temporada, Ainhoa Martínez acabó en un meritorio quinto puesto (13,57), y Paula Ferrándiz, que no logra entonarse este año, concluyó séptima (13,37).
En la final de pértiga, la joven Alejandra Saborit fue séptima (3,85) y Lorena Vives, décima (3,85). Mientras que en el martillo, Aimar Palma logró un sexto puesto (63,66) en la misma pista donde el año pasado se proclamó campeón de España sub23. En la final de los 10.000 m marcha, Andrea Cabré se quedó muy cerca de su objetivo de bajar de los 49 minutos (décimocuarta con 49:04.45).