VALÈNCIA. Cuando Gattuso habló de la importancia de reforzar otras zonas del campo antes que la de central se escucharon voces divergentes. Máxime, cuando Gabriel parece a las andadas en cuanto al capítulo de recaídas. El brasileño se perdió el primer encuentro de liga y sólo ha actuado en el encuentro de liga de San Mamés.
Quizá por las dudas del brasileño, acabó aterrizando el turco Cenk Ozkaçar. El central viene a reforzar el eje de la zaga, sin embargo aún está inédito ¿La razón? El rendimiento de la pareja Diakhaby-Cömert está siendo más que fiable.
Pese a algún error en la salida de pelota, ambos jugadores ya se han adaptado a tratar de salir con la pelota controlada arrancando la jugada desde el área pequeña apoyándose con Mamardashvili.
El estilo de Gattuso de ser protagonista con la pelota en los pies ha acabado reforzando a la zaga y especialmente a los centrales. El equipo ahora se defiende con la pelota, circunstancia que redunda en su beneficio al no tener un medio centro defensivo puro ya que los centrales quedan mucho menos expuestos a los ataques frontales del rival en superioridad numérica. Es más, al vivir muchos momentos en campo rival, cuando el contrario recupera el balón lo suele hacer a muchos metros de la portería valencianista, lo cual permite siempre a los centrales recuperar su ubicación sobre el terreno de juego para cumplir con su cometido. El hecho de ser el primer equipo de la liga en cuanto a posesión de pelota (62%) por delante del 60% que marcan Madrid y Barcelona tiene sus riesgos, pero por paradójico que pueda parecer, también produce beneficios en la faceta defensiva.
Refuerza esta última afirmación el hecho de que el Valencia haya encajado 3 goles en la presente temporada (sólo Barça, Villarreal y Athletic han encajado menos goles) y que ninguno de los tres tantos se haya encajado en una jugada de ataque estático del rival: ante el Athletic de Bilbao el gol llegó tras una pérdida de balón de Soler en la salida de pelota, ante el Atlético de Madrid el tanto fue propiciado por un desafortunado rebote y el encajado ante el Getafe llega tras un despeje producido como consecuencia de una falta lateral botada por el equipo azulón.
Diakhaby ya dio un paso adelante la temporada pasada con Bordalás en el banquillo y se convirtió en el central más utilizado de la plantilla con 25 encuentros de liga disputados (igualando el número de los jugados por Alderete y por delante de Gabriel). Pero del francés destaca ahora su contundencia cuando sale al cruce, la rápidez de sus acciones y la decisión a la hora de actuar. El galo ahora ya no duda y tampoco titubea con la pelota en los pies, ahora incluso ya ejerce su jerarquía y se le puede observar arengando a sus compañeros y ubicándolos.
Mucho más espectacular ha sido la metamorfosis de Cömert. El suizo nada tiene que ver con aquel defensa fallón y desubicado que se pudo ver la temporada anterior. El hecho de ser el central que lanza al equipo a la hora de sacar la pelota jugada desde atrás le ha revestido de confianza. Los datos son incontestables, ante el Getafe el helvético fue el jugador que más pases realizó completando 65 combinaciones con sus compañeros, pero es que además fue el que más poercentaje de éxito tuvo en los pases, un 93%.
Mientras Mestalla se frota los ojos con el fútbol combinativo de los suyos a la hora de llegar a la meta rival, la idea de Gattuso mejora también la faceta defensiva. Habrá que comprobar la consistencia del concepto conforme vayan pasando las jornadas.